Conclusión del Nuevo Testamento, La (Mensajes 099-113), por Witness Lee

M. MUCHOS GRANOS DE TRIGO

Los creyentes también están simbolizados por los muchos granos de trigo. Juan 12:24 dice: “Si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto”. La expresión mucho fruto se refiere a muchos granos de trigo que constituyen la multiplicación de aquel único grano.

1. Producidos del único grano: Cristo

En 12:24 el Señor Jesús claramente se refiere a Sí mismo, el Dios encarnado, como único grano de trigo que cae en la tierra y muere. Los creyentes como muchos granos de trigo son producidos de Cristo, el grano único.

2. Mediante la muerte y resurrección de Cristo

Los muchos granos de trigo son producidos mediante la muerte y resurrección de Cristo. Al realizar Su obra en la cruz, el Señor Jesús murió como grano de trigo que cae al ser introducido en la muerte a fin de liberar la vida divina. La vida divina estaba en Jesús, del mismo modo en que la vida está confinada a un grano de trigo. Debido a que la vida está escondida en este grano, su cáscara deberá quebrarse para que la vida dentro del grano pueda ser liberada. La muerte todo-inclusiva de Cristo liberó la vida divina que estaba dentro de Él. Como grano de trigo, Él murió para liberar la vida divina y vivificar a los redimidos de Dios a fin de producir muchos granos.

El Señor Jesús cayó en la tierra y murió para que Su elemento divino, Su vida divina, fuese liberado del interior del cascarón de Su humanidad a fin de producir a los muchos creyentes en resurrección (1 P. 1:3), tal como un grano de trigo hace que su propio elemento de vida sea liberado al caer en la tierra para luego brotar del suelo y producir mucho fruto, esto es, generar muchos granos. El Señor Jesús, como grano de trigo que cae en la tierra, perdió Su vida del alma mediante la muerte a fin de que Él pudiera liberar Su vida divina para los muchos granos. Éste es el aspecto de la muerte de Cristo que consiste en liberar la vida divina.

La muerte de Cristo liberó la vida divina que estaba confinada en Él. Él era el grano de trigo, y no había otra manera de que ese grano creciera excepto al caer en la tierra y morir. Es de este modo que se puede lograr la multiplicación de la vida. Por tanto, en Su muerte Cristo fue sembrado en la tierra como grano de trigo a fin de producir una multiplicación mediante la liberación de la vida divina.

Como grano de trigo que cayó en la tierra y murió, el Señor Jesús ha producido mucho fruto en resurrección. Esto guarda relación con la germinación mediante la resurrección. Al respecto, Pedro dijo: “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según Su grande misericordia nos ha regenerado para una esperanza viva, mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos” (1 P. 1:3). Cuando Cristo resucitó, todos nosotros, Sus creyentes, estábamos incluidos en Él. Por tanto, fuimos resucitados juntamente con Él (Ef. 2:6). En Su resurrección Él nos impartió la vida divina y nos hizo iguales a Él en vida y naturaleza.

Mediante Su muerte y resurrección el Señor Jesús ha sido multiplicado y propagado. Los muchos granos son la multiplicación del único grano, y esta multiplicación es la propagación de aquel grano de trigo. Por tanto, la resurrección del Señor fue Su propagación a fin de producir la iglesia como Su reproducción.

(Conclusión del Nuevo Testamento, La (Mensajes 099-113), capítulo 11, por Witness Lee)