Cristo en Su excelencia, por Witness Lee

CRISTO ES DIFERENTE DE LA RELIGIÓN

El Cristo incomparable y trascendente es diferente de la religión. La mayoría de la gente confunde a Cristo con la religión, pues piensa que Él es el fundador de la religión cristiana, lo cual, estrictamente hablando, no es exacto. En Filipenses 3:6 Pablo dice: “En cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que es en la ley, llegué a ser irreprensible”. Estas dos cláusulas nos dicen que Pablo había sido cien por ciento un judío religioso. La religión judía se formó según la Palabra santa de Dios en el Antiguo Testamento, y el judaísmo guarda la Palabra santa de Dios y enseña a la gente no sólo a adorar al Dios único y verdadero, sino también a proceder y a comportarse conforme a los mandamientos dados por Él, a fin de agradarle. Sin embargo, los que han leído los cuatro Evangelios del Nuevo Testamento saben que el Dios verdadero, que los judíos adoraron en la antigüedad, se encarnó un día para ser un hombre. Dios mismo se hizo carne, nació en un pesebre, creció en una familia pobre, y procedió de una región remota y despreciada. Este hombre era Jesús, quien es Dios, el Creador. Él es el Dios de todo el universo, el Señor de todos. El nombre Jesús significa “Jehová el Salvador”, o “la salvación de Jehová”. Por lo tanto, Jesús en el Nuevo Testamento se refiere a Jehová en el Antiguo Testamento.

Recientemente leí una declaración de fe publicada por una gran denominación, la cual es muy respetada, en la que decía que Aquel que visitó a Abraham en Génesis 18, Jehová, cuyos pies fueron lavados por Abraham y por quien Abraham mató un becerro y preparó banquete, y quien comió con Abraham, era el Jesús que se menciona en el Nuevo Testamento. Esto es ciertamente correcto. Sin embargo, los judíos se aferraron a su religión tradicional y rechazaron al Salvador Jesucristo. Cuando el Señor Jesús entró al templo, los judíos lo consideraron como un samaritano que estaba poseído por un demonio (Jn. 8:48); ellos no querían recibir al Señor Jesús. Por favor, díganme ustedes: ¿quién crucificó al Señor Jesús? No fue solamente el gobernador romano Pilato, ya que éste no sólo quiso soltarlo sino que, además, en tres ocasiones declaró que no hallaba falta en Jesús. Sin embargo, los judíos le pidieron que liberase a Barrabás, un ladrón, y que crucificase a Jesús. Por lo tanto, la religión judía, el sumo sacerdote, los fariseos y los ancianos fueron los que, por medio de los soldados romanos, crucificaron al Señor. A los que son religiosos sólo les interesa la religión; no les interesa Cristo.

(Cristo en Su excelencia, capítulo 2, por Witness Lee)