LA EXPRESIÓN DE CRISTO ES LA EXPRESIÓN DE DIOS
La expresión de Cristo es la expresión de Dios. Debido a que la plenitud de Cristo es la plenitud de Dios mismo, la expresión de Cristo es también la expresión de Dios mismo. En Efesios 3:17-19 dice: “Para que Cristo haga Su hogar en vuestros corazones por medio de la fe, a fin de que ... seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la altura y la profundidad ... para que seáis llenos hasta la medida de toda la plenitud de Dios”. El universo tiene sus dimensiones, mas nadie jamás ha podido medirlas. Cristo es las dimensiones del universo; Él es la anchura, la longitud, la altura y la profundidad del universo.
En nuestra experiencia, primero experimentamos la anchura de Cristo y luego Su longitud; después proseguimos a experimentar en la iglesia la altura y la profundidad de Sus riquezas. Pasamos del aspecto horizontal, la anchura y la longitud, al aspecto vertical, la altura y la profundidad; y así avanzamos de un nivel plano a un cubo. Cuando experimentamos a Cristo junto con los hermanos y hermanas en la iglesia, y juntos comprendemos Sus dimensiones, descubrimos que las riquezas de Cristo son ilimitadas e inmensurables. Es por medio de la abundante suministración del Espíritu vivificante que mora en nosotros que las riquezas de Cristo son constantemente impartidas a nuestro ser, a fin de que seamos empapados y llenos hasta la medida de toda la plenitud de Dios. La plenitud de Dios se refiere a la expresión de las riquezas de lo que Dios es, y ésta hace que seamos la expresión de Dios, que es la iglesia de Cristo.
(Cristo en Su excelencia, capítulo 5, por Witness Lee)