Estudio-vida de Deuteronomio, por Witness Lee

EL LIBRO DE DEUTERONOMIO REVELA A CRISTO PRINCIPALMENTE EN DOS ASPECTOS

El libro de Deuteronomio revela a Cristo principalmente en dos aspectos. Primero, este libro nos muestra a Cristo como la meta, el objetivo, que Dios preparó para nosotros (8:7-10). Como dicha meta, Cristo es la buena tierra todo-inclusiva. La buena tierra, la tierra de Canaán, es un tipo del Cristo todo-inclusivo, el Cristo que lo es todo para nosotros.

La buena tierra les proporcionaba a los hijos de Israel todo lo que necesitaban: agua, trigo, cebada, vides, higueras, granados, olivos, animales, leche, miel, piedras, hierro, cobre. Todos estos ítems, la mayoría de los cuales se mencionan en 8:7-10, son tipos de Cristo. Cristo es el agua que brota en valles y montes. Él es el trigo, que representa al Cristo encarnado y crucificado, y la cebada, que representa al Cristo resucitado. La vid tipifica a Cristo como Aquel que se sacrifica para alegrar a Dios y al hombre; la higuera tipifica la dulzura y satisfacción que nos brinda Cristo como suministro de vida; el granado tipifica la abundancia y belleza de la vida de Cristo; el olivo tipifica a Cristo como hombre que está lleno del Espíritu y ha sido ungido con el Espíritu, el óleo de júbilo; la vida animal tipifica a Cristo con Su vida redentora; la leche y la miel tipifican a Cristo en Su riqueza y dulzura; las piedras, el hierro y el cobre tipifican a Cristo como material útil para edificar y combatir. Este Cristo todo-inclusivo, el Cristo tipificado por la buena tierra, es nuestra meta.

En segundo lugar, el libro de Deuteronomio revela a Cristo como aquella vida que posee las fuerzas y la capacidad para llegar a la meta fijada por Dios. Por consiguiente, Cristo es tanto nuestra meta como el camino, la vida, las fuerzas y la capacidad requeridos para llegar a esa meta.

(Estudio-vida de Deuteronomio, capítulo 5, por Witness Lee)