LA APOSTASÍA Y LA DIVISIÓN
CAUSAN PERJUICIO A LA ECONOMÍA DE DIOS
Si profundizamos en la Palabra, entenderemos por qué Moisés habla de la apostasía inmediatamente después de dar su encargo acerca de la división. Es muy significativo que Moisés aborde la división en Deuteronomio 12, y luego, la apostasía en Deuteronomio 13. Estos dos asuntos —la división y la apostasía— van siempre juntos. La apostasía, o herejía, insulta al propio Dios y causa perjuicio a la persona de Cristo, mientras que la división causa perjuicio al pueblo de Dios como Su expresión corporativa. Esto significa que la apostasía y la división causan perjuicio a toda la economía de Dios. Puesto que la apostasía y la división son tan perjudiciales, deben ser eliminadas.
Tal vez nosotros no tengamos nada que ver con la división ni con la apostasía, pero eso no significa que no pueda haber ningún problema entre los santos con relación a estos asuntos. Podría suscitarse algún problema, especialmente en cuanto a la división. Los que causan divisiones se vuelven muy activos en comunicarse con los santos. Además, a veces se ponen una “máscara” y tratan de atraerlo a usted fingiendo ser amables, humildes y amorosos. Entre nosotros hay personas facciosas que han venido haciendo esto. Supongamos que alguien se acercara a usted con una actitud “humilde”, y le dijera: “Quisiera tener comunión con usted. Hace tiempo que no lo veo y lo he echado mucho de menos. ¿Cómo le ha ido?”. Si alguien se le acerca a usted de esta manera, debe tener cuidado. La aparente bondad, amor y humildad de esa persona bien podría ser una máscara que esconde sus intenciones facciosas. Debemos tener cuidado de las máscaras que usan los que causan divisiones.
(Estudio-vida de Deuteronomio, capítulo 13, por Witness Lee)