LA DENOTACIÓN DE PROFETIZAR EN 1 CORINTIOS
Hablar por Dios y por Cristo, proclamar a Dios
y a Cristo y ministrar e impartir a Dios
y a Cristo en las personas
Comenzando con el hermano Nee hace sesenta años, llegamos a entender claramente que el profetizar mencionado en 1 Corintios 14 no denota vaticinar ni predecir. Profetizar en el sentido de 1 Corintios 14 denota hablar por Dios y por Cristo, y proclamar a Dios y a Cristo. Proclamar a Dios y a Cristo es ministrar e impartir a Dios y a Cristo en la gente. Ministramos a Dios y a Cristo a la gente de la misma manera que un mesero nos sirve comida. Impartir a Dios y a Cristo en las personas puede ser algo diferente que ministrarles Dios y Cristo. Es posible que un mesero ofenda a las personas a tal grado que no coman la comida que les sirve. Tal mesero ministra la comida pero no la imparte en las personas. De la misma manera, es posible que un ministro de la Palabra ministre Cristo a las personas pero que no imparta Cristo en ellos. Por otra parte, una nodriza no sólo ministra alimento a sus pequeños, sino que lo imparte en ellos. A veces los bebés no quieren comer el alimento que se les da, pero las madres tienen cierta manera de hacerlos comer. No sólo debemos aprender a hablar de Dios y de Cristo, sino también a proclamar a Dios y a Cristo. Además, al proclamar a Dios y a Cristo, no sólo debemos ministrar Dios y Cristo a las personas, sino que también debemos impartirles lo que proclamamos.
Los médicos experimentados son muy hábiles en impartir medicina en sus pacientes. Muchas veces, por la misericordia del Señor, tengo la seguridad de que cuando la gente escucha mis mensajes, ellos reciben una impartición. Aun si se alejan oponiéndose, criticando y rechazando, han recibido una “inyección”. Tengo la certeza de que con el tiempo veré el resultado de esa impartición.
Proclamar implica impartir. Pablo era el mejor “impartidor”. Él sabía que mientras hablaba a la gente, él impartía algo en ellos. En Efesios 3:2 él dijo que le fue dada “la mayordomía de la gracia de Dios”. En griego, la palabra que se traduce “mayordomía” en Efesios 3:2 es la misma palabra que se traduce “economía” en 3:9. Esta palabra griega, oikonomía, denota un arreglo hecho con el propósito de impartir. La palabra economía se refiere a este arreglo, mientras que la palabra mayordomía se refiere al servicio de la impartición de Dios. Cuando leemos cualquier porción de los escritos de Pablo, algo es impartido en nosotros. Él tenía una habilidad especial de impartir mientras proclamaba a Cristo. Al proclamar a Cristo, él impartía Cristo en la gente. El ministerio del Señor hoy en día también es un ministerio de impartición. Cuando leemos una página del ministerio, no podemos escaparnos de recibir una “inyección” de Cristo.
(
Práctica del profetizar, La, capítulo 1, por Witness Lee)