Entrenamiento de perfeccionamiento, por Witness Lee

LA DIVISIÓN Y CONFUSIÓN QUE CAUSA LA OPINIÓN

De acuerdo con la historia de la iglesia, las divisiones y la confusión que ha existido entre los cristianos a través de los últimos diecinueve siglos, tienen su origen principalmente en una fuente: la opinión. Satanás, el enemigo de Dios, ciertamente sabe cómo frustrar la intención de Dios. La intención de Dios no es solamente salvarnos, sino también edificarnos. A través de los años el Señor ha abierto nuestros ojos y todos nosotros hemos visto que el propósito eterno de Dios, la intención final de Dios, consiste en obtener el Cuerpo. También existe la necesidad de la edificación de todos los que han sido salvos. Sin embargo, a través de los años, esto se ha perdido. El propósito del Señor que consiste en la edificación del Cuerpo, fue reducido simplemente a la salvación individual o, cuando mucho, a la espiritualidad individual. La salvación individual, o la espiritualidad individual, se ha convertido en la meta de muchos cristianos, pero en la Biblia la norma de Dios no es tan baja. La norma de Dios es tener un edificio. Satanás sabe que nada impide, daña y frustra tan seriamente dicha edificación como la opinión. La opinión puede ser considerada como el destructor y el mayor asesino de la edificación del Cuerpo. Esto ha sido totalmente comprobado por la historia de la iglesia. Incluso durante la época de la Reforma, los siervos de Dios de aquel tiempo, los reformadores, no fueron uno, sino que cada reformador sostenía su propia opinión. Martín Lutero reprendió a Caspar Schwenkfeld e incluso lo llamó el Diablo. Aunque Schwenkfeld no era tan famoso como Lutero, él ciertamente vio algo acerca de la línea del Espíritu y vida.

¿Se han dado cuenta que cosa son las denominaciones? Ellas sólo son el fruto de las diferentes opiniones. Una denominación es la expresión de ciertas opiniones. Ocurre lo mismo con todos los grupos libres; cada grupo libre representa cierta opinión. De hecho, casi cada componente de la obra cristiana es la expresión de cierta opinión. Es por eso que a través de los siglos los cristianos han sido divididos y confundidos. Todas las confusiones y divisiones han surgido de una sola fuente: la opinión.

Debemos admitir que incluso en el recobro del Señor el crecimiento en vida es algo lento, y no somos tan prevalecientes en nuestra función. Además, en comparación con la luz y revelación que hemos recibido, estamos escasos de la edificación apropiada. ¿A que se debe esto? Aparentemente, por la misericordia del Señor y bajo Su iluminación, no tenemos muchas disputas; pero en realidad, algo escondido y secreto aún permanece en nosotros. ¿Qué es esta cosa secreta, escondida y que permanece? ¡Es nuestra opinión!

Usted puede ser un hermano muy bueno o una hermana muy buena, pero aun así, usted es algo individualista. Esto quiere decir que está separado de los demás. Y hasta cierto punto, algunos de nosotros estamos aislados. Estos queridos hermanos aman al Señor y ellos aman el recobro. Conocen la iglesia y nunca lo dejarían. Pero aun así, ellos están aislados. ¿Por qué? por la opinión.

Necesitamos que cuatro hermanos nos expliquen cuál es la verdadera fuente, el verdadero origen de la opinión. Incluso los incrédulos saben que expresar continuamente una opinión no es algo positivo.

Yo diría que cuando el hombre fue creado, no fue creado con una opinión; así que, la opinión debe haberse originado en la caída del hombre, cuando este participó del árbol del conocimiento. Entonces yo diría que las opiniones tienen su origen en el árbol del conocimiento. Me parece que la opinión es sólo la expresión del yo. El hecho de que seamos tan dados a opinar, es un reflejo del yo.

Puede decir esto, pero aún esta respuesta no da en el blanco.

El hombre sí participó del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal, pero en realidad aun antes de haber participado de ese árbol él tuvo que tener una opinión, porque él tuvo que tomar una decisión con respecto a lo que Dios le había dicho sobre ese árbol. Él decidió que era mejor oír la palabra de otro con respecto al árbol. Así que, en realidad era algo de la mente. Un pensamiento pasó por la mente. La mente empezó a considerarlo y finalmente se elaboró una opinión. Hemos aprendido en el pasado que el yo es la fuente de la opinión, pero la mente es la parte principal del yo, la cual dirige la operación. Entonces yo consideraría que la opinión tiene mucho que ver con la mente. Por ejemplo, los reformadores durante la época de Lutero estaban divididos sobre muchos puntos. Todas estas cosas tenían su raíz en la mente o en la consideración de la mente.

Hablando doctrinalmente, usted puede estar en lo correcto al decir esto, pero aún no es muy práctico. Yo sí dije que en el pasado las opiniones provenían del yo y que la mente es sólo la expresión del yo. Pero ahora necesitamos algo más práctico que esto. Nosotros los cristianos entendemos muchas cosas de manera superficial. Damos muchas cosas por sentado. En realidad, debemos orar más con respecto a la opinión.

Yo diría que en mi experiencia la opinión es sólo lo que yo siento y cómo veo las cosas. La opinión es simplemente yo.

Esta respuesta no es mala; pero usted aún no ha tocado el origen crucial. ¿Cuál es el origen de la opinión?

La cultura.

(Entrenamiento de perfeccionamiento, capítulo 3, por Witness Lee)