LA RESPIRACIÓN ESPIRITUAL
Conforme a nuestra vida física, podemos entender y ver una representación completa acerca de que vivir es simplemente respirar. Ahora debemos determinar en qué consiste nuestra respiración espiritual. No cabe duda que nuestra respiración espiritual es simplemente orar. Pero esto no significa orar de la manera tradicional. En la práctica, orar en la Biblia equivale a invocar. No creo que ustedes puedan orar adecuadamente sin invocar el nombre del Señor. En los inicios del ministerio en este país, dije enfáticamente que no es necesario ejercitar nuestra mente para estudiar la Biblia a fondo. Algunos disidentes se opusieron alegando que la Biblia dice que debemos meditar. Ellos señalaban que los salmos 1 y 19 mencionan la palabra meditar varias veces. Eso realmente me perturbó; así que pasé varias horas estudiando la palabra hebrea traducida “meditar”. Descubrí que ésta no era una palabra sencilla, sino que era bastante complicada. La concordancia de Young dice que esta palabra incluye el significado de inclinarse o bajar la cerviz. Luego en la versión New Translation de Darby, en Salmos 55:17 él usa la palabra orar. Así que, conforme al uso bíblico, la palabra meditar significa “inclinarse, adorar y orar”, y no meramente un ejercicio mental que se realiza al pensar en algo, al meditar sobre algo o al considerar algo. Al final de Génesis 24 dice que, a la hora de la tarde, Isaac salió a meditar al campo. Aquí algunas versiones traducen esto como orar. Si usted no conociera la palabra original en hebreo, se sentiría perturbado. ¿Cómo es que al traducir esta palabra, una versión usa la palabra meditar y otra la palabra orar? Es porque esta palabra sencilla, meditar, en el uso bíblico, indica inclinarse ante Dios y también implica orar.
(Entrenamiento de perfeccionamiento, capítulo 15, por Witness Lee)