NO SOMOS LIBRADOS DEL CAOS SATANICO,
SINO QUE LO VENCEMOS
Y OBTENEMOS LA VICTORIA SOBRE EL
PARA TRIUNFAR EN LA ECONOMIA
CONSTRUCTIVA UNICA DE DIOS
En una reunión oí que alguien oró diciendo: “Señor, líbranos del caos”. Me gustaría preguntarles si esta oración es correcta o no. Algunos dirían que es correcta porque el Señor Jesús nos dijo que le pidiéramos al Padre que no nos pusiera en tentación sino que nos librara del maligno (Mt. 6:13). Sin embargo, es posible que tengamos un concepto equivocado de lo que es este tipo de liberación. Dios no quiere que seamos librados del caos satánico. Lo que El quiere está implícito en las palabras vencer y obtener la victoria. Si Dios nos librara del caos satánico, El no necesitaría que venciéramos dicho caos, ni que obtuviéramos la victoria sobre el mismo. Dios desea que venzamos el caos satánico. La verdadera liberación que recibimos de Dios es la victoria que obtenemos. En Efesios 6 Pablo nos dijo que necesitábamos revestirnos de poder en el Señor para estar firmes en contra de las artimañas del diablo (vs. 10-11). Luego dijo: “Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes” (v. 13). No necesitamos ser librados del caos, sino que necesitamos estar firmes contra él.
Mientras que la economía de Dios se ha estado realizando, el caos satánico se ha estado acumulando a lo largo de casi seis mil años de historia de la humanidad. Esta acumulación ha tenido su consumación en el judaísmo, el catolicismo y el protestantismo. El judaísmo no procedió de la economía de Dios; el judaísmo es parte del caos satánico. En Apocalipsis 2:9 el Señor le habló a la iglesia en Esmirna acerca de la “sinagoga de Satanás”.
Hemos visto que la iglesia, debido a su degradación, finalmente se casó con el mundo en tiempos de Constantino. En ese entonces, la iglesia se convirtió en cierta clase de “ismo”, es decir: el cristianismo. Ese “ismo” también era una acumulación del caos satánico. El matrimonio de la iglesia con el mundo, según se ve en el caso de la iglesia en Pérgamo (Ap. 2:12-17), con el tiempo produjo el catolicismo romano, como se ve en el caso de la iglesia en Tiatira (vs. 18-29). En el catolicismo romano tienen la jerarquía de obispos, arzobispos, cardenales y el papa. El sistema de un papa universal fue establecido a fines del siglo sexto. En la Iglesia Católica hay mucha herejía, mucha superstición y muchas prácticas paganas. El catolicismo es una acumulación del caos satánico. El judaísmo es la primera acumulación, y el catolicismo es la segunda.
Los que buscaron seriamente al Señor no estuvieron dispuestos a tolerar la degradación de la iglesia, así que ellos se levantaron una y otra vez en diferentes siglos para llevar a cabo cierta medida del recobro del Señor. Con el tiempo, en el siglo dieciséis se levantó Martín Lutero, y el Señor lo usó para recobrar la verdad de la justificación por fe. Finalmente, apareció el protestantismo en ese período de reforma. El resultado de la Reforma fue las iglesias estatales, tales como la Iglesia de Alemania, la Iglesia de Noruega y la Iglesia de Inglaterra, llamada hoy día la Iglesia Anglicana. Más adelante algunos que amaban al Señor empezaron a ver en las Escrituras verdades que no tenían las iglesias estatales. Entonces se formaron las iglesias privadas, tales como la iglesia Presbiteriana, la iglesia Bautista y la iglesia Metodista.
En el siglo dieciocho el Señor usó a Zinzendorf para recobrar algo de la práctica de la vida de iglesia apropiada. Luego en el siglo diecinueve, la asamblea de los Hermanos, bajo el liderazgo de John Nelson Darby, avanzó y recobró la vida de iglesia en un mayor grado. Los Hermanos tuvieron su comienzo en 1828, pero noventa años después, se habían dividido en unos cien grupos.
A principios del siglo veinte el Señor capturó en China a un joven llamado Watchman Nee, y lo usó para continuar Su recobro. El hermano Nee me dijo una vez que tanto Europa como los Estados Unidos habían sido arruinados en lo que al mover del Señor se refería en ese entonces. Aquello forzó al Señor a ir a China, de la cual el hermano Nee decía que era “suelo virgen” para que el Señor tuviera un nuevo comienzo de la vida de iglesia. Nosotros ahora estamos en el recobro que el Señor está haciendo de la vida de iglesia adecuada, para la edificación del Cuerpo orgánico de Cristo.
La economía de Dios ha pasado por la raza de Adán y también por la raza física y la raza espiritual de Abraham. Al lado de esta economía ha estado el caos de Satanás, el cual ha dado como resultado tres acumulaciones, que son estos tres “ismos”: el judaísmo, el catolicismo y el protestantismo. Por causa del fracaso de las primeras tres razas, y por causa de las acumulaciones del caos satánico —el judaísmo, el catolicismo y el protestantismo—, el Señor necesita una cuarta raza, la raza de los vencedores. En el último libro de la Biblia, el libro de Apocalipsis, el Señor tiene un llamado séptuple para los vencedores.
Según la historia de la iglesia, el recobro del Señor con Sus vencedores empezó en el siglo segundo. La revelación divina se completó en el siglo primero con el ministerio de Pablo y el ministerio restaurador de Juan. No obstante, en ese mismo siglo también hubo la degradación de la vida de iglesia. A pesar de que había pasado muy poco tiempo después de que la revelación divina fuera completada, la iglesia cayó en degradación, así que era necesario que hubiera vencedores. El hermano E. H. Broadbent en su libro The Pilgrim Church [La iglesia peregrina] hizo notar que la línea de vencedores comenzó en el siglo segundo y ha continuado a lo largo de los siglos.
Yo nací en China, muy lejos del cristianismo occidental. Pero gracias a Dios, hace unos ciento cincuenta años El envió algunos de los mejores misioneros a aquel antiguo país que era tan conservador. Ellos eran verdaderos hombres de Dios que fueron honorables, fieles y excelentes en su carácter. Ellos abrieron la puerta para el evangelio. Mi madre fue bautizada como resultado de la obra que ellos hicieron. Fue por medio de esto que yo llegué a ser cristiano. Después de que fui salvo, el Señor gradualmente me abrió los ojos. Vi que puesto que era un hombre, debía ser cristiano, y si iba a ser cristiano, tenía que ser un vencedor; tenía que salir del judaísmo, del catolicismo y del protestantismo para levantarme con los vencedores.
Nací en el norte de China, y el hermano Nee nació en el sur. Finalmente, bajo el arreglo del Señor, nos pusimos en contacto. Cuando yo era un creyente joven, llegué a leer el periódico que él publicaba, que se llamaba El Cristiano. Cuando lo leí, el Señor me capturó. Me di cuenta de que ya que era cristiano, tenía que ser el mismo tipo de cristiano que era el hermano Watchman Nee: un vencedor. Hace como setenta años el hermano Nee y yo estábamos entre los jóvenes progresistas de China. Estudiamos en escuelas modernas y aprendimos inglés. También éramos muy patrióticos, pero el Señor nos capturó para que fuéramos vencedores.
El Señor nos llamó a ser uno con El para obtener la victoria sobre Su enemigo y vencerlo. Quizá algunos de nosotros pensemos que hay demasiado caos hoy. El judaísmo, el catolicismo y el protestantismo son un caos triple. Tal vez deseemos pedirle al Señor que nos libre de esto. Sin embargo, el Señor en vez de librarnos tal vez permita que venga caos al lugar donde estamos para que aprendamos a ser uno con El para obtener la victoria sobre el caos y vencerlo. Estamos en el recobro del Señor, el cual tiene como fin llevar a cabo la economía de Dios sobre esta tierra. Por esta causa el caos satánico está también aquí. Los vencedores no son librados del caos actual, sino que ellos obtienen la victoria sobre el caos destructivo y triunfan en la economía constructiva única.
(
Caos Satánico en la vieja creación y la economía divina para la nueva creación, El, capítulo 4, por Witness Lee)