Comer al Señor, por Witness Lee

RECIBIR EL EVANGELIO ES COMO IR A UN BANQUETE

En el Nuevo Testamento vemos que cuando el Señor salva al hombre, dirige la atención al asunto de comer. Los versículos citados nos muestran que el evangelio es un gran banquete. Ser convidado a este banquete es ser invitado a disfrutar. De veras quisiera que leyésemos y orásemos con estos versículos reiteradas veces. Entonces veremos que si comer no fuera importante, no se repetiría tanto en el Nuevo Testamento. Se menciona en Mateo, luego en 1 Corintios y por último en Apocalipsis. Desde el punto de vista de Dios, Su evangelio no se centra en pedirle al hombre que se arrepienta y crea, y mucho menos en pedirle que se una a cierta religión. El evangelio consiste en invitar a las personas a un banquete. Asistir al banquete significa estar ahí para disfrutar al Señor Jesús.

No obstante, nuestros conceptos naturales están demasiado lejos de este hecho. Si no fuera por el hecho de que este asunto consta en la Biblia, jamás lo aceptaríamos como parte de nuestra mentalidad. Pensaríamos que recibir el evangelio equivale a creer y recibir la verdad. En realidad, estas cosas, no son recibir el evangelio. Recibir el evangelio es recibir al Señor para poder comerle, beberle y disfrutarle.

(Comer al Señor, capítulo 3, por Witness Lee)