Estudio-vida de Juan, por Witness Lee

I. UN SALVADOR SEDIENTO Y UNA PECADORA SEDIENTA

El caso de la mujer samaritana revela que Cristo es la satisfacción verdadera. Mientras Nicodemo era un judío con sangre israelita pura, la samaritana era una mujer de sangre mezclada. Todo lo relacionado con ella estaba arruinado; nada era puro ni nada era bueno. Los samaritanos pretendían ser descendientes de Jacob. En el mejor de los casos eran sus descendientes, pero tenían sangre mezclada. El nombre de Nicodemo aparece en la narración, pero nadie sabe el nombre de la mujer samaritana. La Biblia no divulga su nombre debido a que ella era común y de la clase baja. Ella era una persona completamente mezclada, un caso extraordinario entre los demás casos. Si usted lee la Biblia cuidadosamente, encontrará que todo respecto a ella era fuera de lo común. Aun su salida al pozo a sacar agua fue extraordinaria. Según la costumbre del Medio Oriente, las mujeres salían por agua al caer la tarde, no al mediodía. Cuando el sol empezaba a caer las mujeres samaritanas solían salir a sacar agua en grupos. Sin embargo, esta mujer samaritana fue a sacar agua al mediodía, y sola. ¿Cuál fue la razón de esto? Debido a que ella tenía mala fama, y nadie quería relacionarse con ella. La mujer temía que hablaran de ella y que la criticaran; por lo tanto, no se atrevía a salir al caer la tarde cuando mucha gente estaría allí. Ella fue al mediodía cuando el sol estaba ardiente y cuando nadie saldría de su casa. Esta mujer era pobre e inmoral. Había tenido cinco maridos y vivía con uno que no era su marido. Nadie la quería. Ella, sabiendo esto, salió a sacar agua en un momento tan solitario, esperando que nadie la viera.

En el caso de la mujer samaritana se encuentran muchas señales. El caso mismo es una señal, y dentro de este caso también hay muchas otras señales. El caso mismo significa que Cristo es nuestra satisfacción, y una de las señales de este caso es la mujer misma.

Conforme a los tipos y figuras de la Escritura, ¿qué significa una mujer? Primeramente, una mujer significa que la humanidad necesita depender de Dios. El hombre nunca podrá prevalecer por sí sólo, necesita depender de Dios, quien es no sólo Su Hacedor sino además Su Esposo (Is. 54:5). Hermanos, permítanme preguntarles lo siguiente: Su posición delante de Dios ¿es la de un hombre o la de una mujer? Si usted me preguntara, yo le diría que, aunque soy un hombre de más de sesenta años de edad, entiendo que mi posición delante de Dios es la de una mujer. Mi posición ante Dios no es la de un hombre, sino la de una mujer, porque soy incapaz de mantenerme solo. Necesito depender de Dios. Una mujer representa a una persona que no puede mantenerse sola. Esta es nuestra posición. Conforme a la figura bíblica, somos hombres o mujeres, pero en realidad todos somos mujeres. Ninguno de nosotros puede mantenerse por sí mismo. El hombre jamás podrá ser independiente. Actualmente la gente proclama ser independiente, pero debo decirles que ustedes nunca podrán ser independientes. Ustedes fueron creados para depender de Dios. Siempre que alguien trata de ser independiente, estará insatisfecho, porque Dios creó al hombre inherentemente dependiente.

Una mujer también representa debilidad (1 P. 3:7). Nosotros los seres humanos debemos reconocer que somos débiles. Somos débiles porque somos humanos. No piense que su esposa es un vaso débil y que usted es uno fuerte. Aunque esto puede ser cierto figurativamente, de hecho, ambos, el hombre y la mujer, son débiles. En algunos casos, en lo que atañe a las cosas espirituales, los hermanos son más débiles que las hermanas. Cuando el Señor estaba próximo a ser traicionado y llevado a la muerte, las hermanas mencionadas en el Nuevo Testamento fueron más fuertes que los hermanos. Las hermanas fueron mucho más fuertes durante la muerte, resurrección y ascensión del Señor. Incluso con respecto a amar al Señor, María fue la más fuerte. Así que, hermanos, no piensen orgullosamente que ustedes son los más fuertes. Todos somos humanos y como humanos fuimos hechos débiles y dependientes para que tengamos que confiar en el Señor.

El significado de una mujer también incluye un anhelo y una sed interior, las cuales fueron creadas por Dios. Por supuesto, el hombre tiene necesidad de una mujer como su ayuda idónea, pero la mujer necesita al hombre mucho más. Una mujer siempre tiene el anhelo y el deseo de tener satisfacción. En la naturaleza humana, tanto en el hombre como en la mujer, siempre existe una sed interior por la satisfacción. El Señor creó esta sed para que lo buscáramos a Él. Si usted a menudo siente sed y una carencia interior, éstas son señales de que usted es una mujer. Su necesidad de confiar en los demás, su sentido de dependencia, su debilidad, su anhelo por satisfacción, todo ello es un indicio de que usted es una mujer.

(Estudio-vida de Juan, capítulo 11, por Witness Lee)