I. DESPUÉS DE UN SILENCIO FORZADO
Elifaz comenzó a hablar después de un silencio forzado (4:2). La fuerte persona y carácter de Job había forzado a sus amigos a guardar silencio. Después que Job rompió este silencio, Elifaz comenzó a reprenderle.
A. Le recuerda a Job lo positiva
que era su condición en el pasado
En primer lugar, Elifaz le recordó a Job lo positiva que era su condición en el pasado. Él le dijo a Job: “He aquí, has dado instrucciones a muchos, / y has fortalecido las manos débiles. / Al que tropezaba tus palabras han levantado, / y has afirmado las rodillas que decaían” (vs. 3-4).
B. Reprende a Job respecto a la condición
negativa en que se encuentra
En el versículo 5, Elifaz reprendió a Job respecto a la condición negativa en que se encontraba. “Mas ahora que te ha llegado a ti, te fatigas por ello; / te toca a ti, y te turbas”. Según Elifaz, Job había dejado de ser una persona fuerte, pues había sido derrotado por los desastres y la plaga.
C. Las palabras de Elifaz se basan en la perfección,
la rectitud y la integridad de Job
Las palabras de Elifaz se basaban en la perfección, la rectitud y la integridad de Job (vs. 6-11). En el versículo 6, Elifaz le pregunta a Job: “¿No es tu temor a Dios tu confianza, / y la integridad de tus caminos tu esperanza?”.
D. Lo dicho por Elifaz correspondía al principio
del árbol del conocimiento del bien y del mal
La respuesta de Elifaz a Job correspondía al principio del árbol del conocimiento del bien y del mal. Él dijo que los inocentes y los rectos (los buenos) jamás perecen (v. 7), y que los que aran iniquidad y siembran aflicción (los malos), eso mismo siegan (v. 8). Valiéndose de expresiones poéticas, Elifaz continúa diciendo: “Perecen por el aliento de Dios, / y por el soplo de Su ira son consumidos. / Los rugidos del león, los bramidos del león feroz / y los dientes de los leoncillos son quebrantados; / el león fuerte perece por falta de presa, / y los cachorros de la leona se dispersan” (vs. 9-11).
(Estudio-vida de Job, capítulo 5, por Witness Lee)