I. JOB, EL HOMBRE
A. Un hombre perfecto y recto,
temeroso de Dios y apartado del mal
Job 1:1 dice: “Hubo en la tierra de Uz un varón llamado Job; aquel varón era perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal”. Ser perfecto guarda relación con el hombre interior, y ser recto guarda relación con el hombre exterior. Además, ser recto significa que uno no es deshonesto ni tendencioso.
Además de ser perfecto internamente y recto externamente, Job, en un sentido positivo, temía a Dios y, en un sentido negativo, se apartaba del mal. Sin embargo, incluso algo tan positivo como temer a Dios en realidad no aporta nada positivo. Dios no creó al hombre meramente para que éste le temiera y no hiciera nada malo. La Biblia nos dice que Dios creó al hombre a Su imagen y semejanza para que éste expresara a Dios (Gn. 1:26). Entre todas las cosas positivas, esto es lo más positivo. Temer a Dios y apartarse del mal no es lo suficientemente adecuado, y en realidad no es algo positivo. Lo más positivo es expresar a Dios. Expresar a Dios es más elevado que temerle y apartarse del mal.
Otra palabra utilizada en relación con Job el hombre es integridad. En Job 2:3 Jehová le dice a Satanás que Job “todavía se aferra a su integridad”. En el versículo 9 la esposa de Job le pregunta: “¿Todavía te aferras a tu integridad?”. En 27:5 Job le dice a sus amigos: “Hasta que muera, no quitaré de mí mi integridad”. Finalmente, en 31:6 Job declara: “Que conozca Dios mi integridad”. Mientras que las palabras perfecto y recto son adjetivos, la palabra integridad es un sustantivo. La integridad es la suma total de ser perfecto y recto; es la suma total de la perfección más la rectitud. Con respecto a Job, la integridad era la expresión total de lo que Job era. En cuanto a su carácter, él era perfecto y recto; en cuanto a su ética, él poseía un nivel muy elevado de integridad.
B. Tiene siete hijos y tres hijas
Según Job 1:2, le nacieron siete hijos y tres hijas.
C. Tiene muchas posesiones y siervos
Job poseía siete mil ovejas, tres mil camellos, quinientas yuntas de bueyes, quinientas asnas y grandes cantidades de siervos (v. 3a).
D. Más grande que todos los hijos del oriente
Job era más grande que todos los hijos del oriente (v. 3b).
E. Santifica a sus hijos
después de cada banquete celebrado por ellos,
y ofrece holocaustos por ellos
Los hijos de Job solían celebrar banquetes en la casa de cada uno por turno, cada uno en su día, e invitaban a sus hermanas para que comieran y bebieran con ellos (v. 4). Job enviaba por ellos y los santificaba y, levantándose muy de mañana, ofrecía holocaustos por ellos, diciendo: “Tal vez hayan pecado mis hijos y hayan maldecido a Dios en sus corazones” (v. 5). Puesto que celebrar banquetes, esto es, comer en exceso, puede ser una actividad mundana, Job santificaba a sus hijos después de los días de banquete. Job ofrecía holocaustos por sus hijos continuamente. Él ciertamente era un padre piadoso.
(Estudio-vida de Job, capítulo 2, por Witness Lee)