Estudio-vida de Job, por Witness Lee

II. ELIFAZ REPRENDE A JOB Y LE HACE UNA ADVERTENCIA

En el capítulo 15 consta la reprensión y la advertencia que hace Elifaz.

A. Elifaz reprende a Job por ser orgulloso y por considerarse justo

En los versículos del 1 al 16, Elifaz reprendió a Job por ser orgulloso y por considerarse justo.

1. Dice que el conocimiento de Job era vano como el viento, carente del temor a Dios

Elifaz dijo que el conocimiento de Job era vano como el viento, carente del temor a Dios, y que suprimía la meditación delante de Dios. Según Elifaz, la iniquidad de Job instruía su boca, y Job había escogido el lenguaje de los astutos. Por tanto, su propia boca lo condenaba y sus propios labios testificaban contra él (vs. 1-6).

2. Dice que Job se sentía orgulloso de su superioridad

Elifaz continúa reprendiendo a Job por sentirse orgulloso de su superioridad (vs. 7-13). Elifaz le preguntó a Job: “¿Fuiste tú el primer hombre en nacer? / ¿O fuiste dado a luz antes que los collados? / ¿Escuchaste tú el concilio secreto de Dios? / ¿Acaparas tú la sabiduría? / ¿Qué sabes tú que no sepamos? / ¿Qué entiendes tú que no se halle también con nosotros?” (vs. 7-9). Luego, Elifaz dijo que Job tenía en poco las palabras de consuelo que Dios le había hablado con cariño, que se había dejado alejar por su corazón y que había vuelto su espíritu contra Dios.

3. Dice que Job era justo en su propia opinión

Finalmente, Elifaz reprendió a Job por considerarse justo. Elifaz recalcó que ningún hombre nacido de mujer puede ser limpio ni justo, que Dios no confía en Sus santos y que si ni aun los cielos son limpios delante de Sus ojos, cuánto menos lo será el hombre abominable y corrupto, que bebe la maldad como agua (vs. 14-16).

B. Le advierte a Job que podría tener el fin miserable de los impíos

Después de reprenderle, Elifaz le advirtió a Job que podría tener el fin miserable de los impíos (vs. 17-35). Esta advertencia estaba basada en el principio del bien y del mal. Regido por este principio, Elifaz dijo que los impíos, cuyo corazón maquina engaños, serían atormentados por la ansiedad y la angustia, que ellos no se enriquecerían y sus riquezas no habrían de durar, que no saldrían de las tinieblas y que la vanidad sería su recompensa. El concepto de Elifaz se ajustaba por completo al principio del bien y del mal. Según su perspectiva personal, el hombre bueno habría de prosperar y el malvado habría de sufrir.

Después de leer los capítulos 12—15, podemos ver la situación en la que se encontraban tanto Job como Elifaz. Job, una persona de carácter muy fuerte, tenía un complejo de superioridad, y Elifaz era el típico insensato que trató de enseñar a Job reprendiéndole y haciéndole advertencias conforme al principio del bien y del mal.

(Estudio-vida de Job, capítulo 11, por Witness Lee)