Estudio-vida de Job, por Witness Lee

LOS INGREDIENTES DE NUESTRO DIOS ABUNDANTEMENTE RICO

Nuestro Dios hoy ya no es el Dios “crudo”, sino el Dios procesado. Después que Dios creó al hombre, Él todavía seguía siendo el Dios “crudo”, un Dios que no había sido procesado, el cual observaba al hombre, lo ponía a prueba y lo examinaba, pero Él todavía no se movía ni actuaba. Luego, cierto día Él comenzó a pasar por un proceso. Cada paso de este proceso ha llegado a ser un ingrediente del Espíritu como consumación del Dios Triuno procesado y consumado.

Estos ingredientes incluyen la encarnación, el vivir humano, la crucifixión, la resurrección y el descenso. En la eternidad, Dios tenía el ingrediente de la divinidad, pero no los ingredientes de la humanidad y del vivir humano. Mediante la encarnación, el ingrediente de la humanidad le fue añadido a Él. A esto le siguió el vivir humano de Cristo y el crucial ingrediente de Su muerte todo-inclusiva en la cruz. Después, se añadió el ingrediente de la resurrección, que consiste en pasar por la muerte sin ser retenido por ella. Mediante la resurrección, Cristo fue engendrado para ser el Hijo primogénito de Dios (Ro. 8:29), y mediante la resurrección Él también llegó a ser el Espíritu vivificante (1 Co. 15:45). Además, en la resurrección de Cristo, todos los escogidos de Dios fueron regenerados para ser los hijos de Dios (1 P. 1:3). En Su ascensión, la cual es otro ingrediente, Cristo es Aquel que todo lo trasciende. Él es Aquel que está sobre todo, y ahora todo se encuentra bajo Sus pies (Ef. 1:19-23). Finalmente, tenemos el ingrediente del descenso de Cristo, quien como Espíritu todo-inclusivo produjo la iglesia, Su Cuerpo.

Al considerar todos estos ingredientes, podemos ver que el Dios Triuno procesado y consumado es mucho más rico que el Dios “crudo”. Por supuesto, el Dios que no había sido procesado poseía los atributos divinos, los cuales podríamos considerar como ingredientes; pero ahora Él también posee los ingredientes de la encarnación, el vivir humano, la muerte todo-inclusiva, la resurrección que imparte vida y produce vida, la ascensión y el descenso, lo cual redunda en el Cuerpo. ¡Cuán rico es nuestro Dios hoy! Él es abundantemente rico, rico sobremanera. Él es todo para nosotros como el Espíritu, quien es la consumación del Dios Triuno.

Algunas veces me han preguntado por qué oramos al Padre o al Señor Jesús, pero no al Espíritu. En realidad, cuando oramos al Padre, oramos al Espíritu. Y cuando oramos al Hijo, también oramos al Espíritu. ¿Quién es Dios? Dios es el Espíritu. ¿Quién es el Padre? El Padre es el Espíritu. ¿Quién es Cristo? Cristo es el Espíritu. La totalidad, la suma total, la consumación, del Dios Triuno con todos Sus ingredientes es el Espíritu. Por tanto, en el Espíritu tenemos a los tres del Dios Triuno —el Padre, el Hijo y el Espíritu—, con todos los pasos del proceso de Dios como ingredientes.

(Estudio-vida de Job, capítulo 19, por Witness Lee)