I. JOB ROMPE EL SILENCIO
E INICIA EL DEBATE AL MALDECIR
EL DÍA DE SU NACIMIENTO
Job rompió el silencio que había guardado por siete días y siete noches e inició el debate al maldecir el día de su nacimiento debido al gran dolor que sufría (2:13; 3:1-3).
A. Estaba turbado, perplejo
y enredado por su sufrimiento
Job estaba turbado, perplejo y enredado en gran manera a causa del sufrimiento que le infligían los desastres que le sobrevinieron sobre sus posesiones y sus hijos así como por la plaga que afectaba su cuerpo, todo ello pese a su perfección, rectitud e integridad. Cuando Job maldijo el día de su nacimiento, ciertamente no fue perfecto ni recto. Al hacer esto, él no retuvo su integridad; más bien, al maldecir el día de su nacimiento, fracasó por completo en cuanto a ser íntegro. El hecho de que Job maldijera el día en que nació equivalía a maldecir a su propia madre.
B. Prefiere las tinieblas y aborrece la luz
Job prefirió las tinieblas y aborreció la luz (vs. 4-10). Con respecto al día en que nació, Job dijo: “Sea aquel día tinieblas; / no lo busque Dios desde lo alto, / ni brille sobre él la luz”. Hallo difícil creer que Job realmente prefiriera las tinieblas y aborreciera la luz.
C. Prefiere la muerte en vez de la vida
Job indicó que prefería la muerte en vez de la vida (vs. 11-23). Es difícil creer que Job realmente prefería morir en vez de vivir. Si él realmente hubiese elegido la muerte, ¿por qué, entonces, no puso fin a su vida y acabó así con su problema? Tal vez Job no hizo esto porque todavía se aferraba a su integridad.
D. Su suspirar era su alimento
Job dijo que su suspirar era su alimento y que sus gemidos se derramaban como agua en su sufrimiento (v. 24). Le sobrevino lo que temía (v. 25), y no tenía tranquilidad, ni quietud ni reposo, sino que le vino turbación (v. 26).
(Estudio-vida de Job, capítulo 4, por Witness Lee)