Estudio-vida de Job, por Witness Lee

I. JOB RECHAZA LO DICHO POR SUS AMIGOS Y DESEA QUE DIOS DEFIENDA SU CAUSA EN LA PENOSA SITUACIÓN SUSCITADA POR DIOS

A. Rechaza lo dicho por sus amigos

Según 16:1-6, Job rechazó lo dicho por sus amigos. Aunque sus amigos vinieron a él con el propósito de consolarlo, él los calificó de “consoladores molestos” y les dijo que sus palabras eran “palabras vacías”. Él les pregunta: “¿O qué te provoca para que así respondas?” (v. 3b). La respuesta es que ellos fueron provocados por el árbol del conocimiento del bien y del mal. En los versículos 4 y 5 Job continuó diciendo: “También yo podría hablar como vosotros, / si vuestra alma estuviera en lugar de la mía; / yo podría hilvanar contra vosotros mis palabras / y ante vosotros menear mi cabeza. / Podría fortaleceros con mi boca, / y el movimiento de mis labios aliviaría vuestro dolor”. Job comprendió que las palabras dichas por sus amigos eran vanidad y, por ello, las rechazó.

B. Desea que Dios defienda su causa en la penosa situación suscitada por Dios

Job deseaba que Dios defendiera su causa en la penosa situación suscitada por Dios (16:7—17:16).

1. Se queja de que Dios lo había fatigado y había asolado toda su compañía

Job se quejó de que Dios lo había fatigado y había asolado toda su compañía, a pesar de no haber violencia en sus manos y de haber sido pura su oración (16:7-17). Job llegó a decir que Dios lo había despedazado, que lo había entregado a los injustos y lo había dejado caer en manos de los impíos, que lo había desmenuzado, que lo había arrebatado por la cerviz para despedazarlo y que lo había puesto por blanco Suyo. Por tanto, el rostro de Job estaba enrojecido de tanto llorar, y había sombra de muerte sobre sus párpados.

2. Clama pidiendo a la tierra que no cubra su sangre ni detenga su clamor

Job clamó pidiendo a la tierra que no cubra su sangre ni detenga su clamor (v. 18). Después, él dijo: “Incluso ahora, allí en los cielos está mi Testigo, / y Aquel que atestigua a mi favor está en las alturas. / Mis amigos se burlan de mí; / ante Dios corren las lágrimas de mis ojos, / para que Él defienda la causa de un hombre ante Dios / y la de un hijo de hombre ante su prójimo” (vs. 19-21). Aquí vemos que Job no liberaría a Dios, no habría de dejar ir a Dios; más bien, Job expresó su deseo de que Dios mismo defendiera su causa. La manera en que Job contiende aquí indica que él esperaba que le fuera concedido un tiempo para rogar ante Dios respecto a su caso.

3. Dice que su espíritu estaba quebrantado, que sus días se habían extinguido y que estaba preparado su sepulcro

Job dijo que su espíritu estaba quebrantado, que sus días se habían extinguido y que estaba preparado su sepulcro (17:1). Job continuó diciendo que sus escarnecedores lo provocaban, aunque él era recto, justo y se mantenía aun con más fuerza en su camino (vs. 2-16). En el versículo 9 Job declaró: “No obstante, se mantendrá el justo en su camino, / y el limpio de manos aumentará su fuerza”. Aquí Job estaba diciendo que él era un hombre justo que se mantenía en su camino.

(Estudio-vida de Job, capítulo 13, por Witness Lee)