Lecciones de la verdad, nivel uno, tomo 1, por Witness Lee

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I. DIOS SIENDO SOLO UNO

Las Escrituras en muchos casos y en muchas maneras nos dicen que Dios es singularmente uno. Tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo, hay muchos pasajes que clara y definitivamente nos dicen que Dios es sólo uno. Primera de Corintios 8:4 dice: “No hay más que un Dios” e Isaías 45:5 dice: “Yo soy Jehová, y ninguno más hay; no hay Dios fuera de mí”. En los versículos 6, 21 y 22, 46:9 y 44:6, 8 también hallamos las mismas palabras.

En estos pasajes Dios repetidas veces dice: “No hay Dios aparte de mí”. El no dice: “No hay Dios aparte de nosotros”, sino “No hay Dios aparte de mí”. Mí es singular, sólo uno. Estas declaraciones repetidas de Dios fuertemente demuestran que Dios es singularmente uno.

El Salmo 86:10 dice: “Sólo tú eres Dios”. Aquí no dice: “Solamente vosotros sois Dios”, sino “Sólo tú eres Dios”. Esto también comprueba que Dios es sólo uno.

Que Dios sea uno es una revelación clara y definida en las Escrituras; también es un principio fundamental y consumado.

Quizás algunos pregunten: “Ya que Dios es sólo uno, ¿por qué Dios habló de Sí mismo como Nosotros en Génesis 1:26? Y, ¿por qué dijo: ‘nuestra imagen’?” ¿Hay sólo un Dios, o hay más de uno?” La respuesta es: El es el Dios Triuno; El es uno, sin embargo tres: el Padre, el Hijo y el Espíritu.

(Lecciones de la verdad, nivel uno, tomo 1, capítulo 2, por Witness Lee)