III. EN SALOMON SE VE EL RESULTADO DEL PERDON
DE DIOS Y LA EDIFICACION DEL TEMPLO DE DIOS
A. El Resultado del Perdón de Dios
David cometió solamente un mal en toda su vida: él asesinó a Urías por lujuria para casarse con su esposa Betsabé. En un sólo hecho, él cometió los dos pecados grandes de fornicación y asesinato. Dios a propósito envió a Natán para que lo reprendiera y lo condenara (2 S. 12:1-12). Después que fue condenado, él se arrepintió y confesó a Dios. El Salmo 51 es el salmo del arrepentimiento de David. Después del arrepentimiento de David, Dios le perdonó, y él engendró a Salomón (2 S. 12:24). De esta manera, Salomón es el fruto de la transgresión y el arrepentimiento del hombre, junto con el perdón de Dios.
B. La Edificación del Templo
La intención de David de edificar un templo para el Señor fue aceptable a Dios. Sin embargo, puesto que él era un hombre de guerra, y la tierra todavía no estaba en paz, Dios le prohibió que lo hiciera. En vez de esto, Dios le prometió que su simiente que le iba a suceder edificaría una casa para el nombre de Dios (2 S. 7:12-13; 1 Cr. 28:2-3, 6). Dios además mostró a David el patrón del templo por Su Espíritu. Antes de que muriese David, El ya había entregado el patrón a Salomón su hijo (1 Cr. 28:11-19).
La primera cosa que Salomón hizo después de subir al trono de David fue adorar a Dios y hacer sacrificios a Dios en el tabernáculo en Gabaón. Durante la noche, Dios en Su benignidad apareció a Salomón en un sueño, para preguntarle qué deseaba. Salomón no pidió riquezas ni longevidad para sí mismo, sino solamente sabiduría para gobernar al pueblo de Dios. Por consiguiente, Dios le contestó y le dio sabiduría y entendimiento. Cuando Salomón despertó, salió de Gabaón y regresó a Jerusalén en seguida para presentarse delante del arca de Dios para ofrecer holocaustos y ofrendas de paz (1 R. 3:4-15). Esto nos muestra que al recibir sabiduría de Dios, Salomón se dio cuenta que el tabernáculo sin el arca está vacío, teniendo solamente una apariencia y no teniendo mucho valor. Por lo tanto, Salomón dejó inmediatamente el tabernáculo vacío en Gabaón, y regresó al arca que estaba en Jerusalén. Salomón también entendía que mientras el tabernáculo sin el arca era nada más que una cáscara vacía, el arca sin el tabernáculo también era anormal. Poco tiempo después, Salomón edificó el templo conforme al patrón que vio su padre David. El templo llegó a ser la habitación apropiada y sólida que Dios había deseado. En esa coyuntura, no solamente consiguió Dios un reino para demostrar Su autoridad, sino que también El logró un templo para manifestar Su gloria.
Tanto David como Salomón ocuparon lugares especiales en la edificación del templo de Dios. Aquél preparó los materiales para la edificación y el sitio, mientras que éste terminó la obra edificadora. Tanto David como Salomón tipifican a Cristo. David tipifica al Cristo que sufría, peleaba y que fue crucificado. Así como David preparó materiales para la edificación en dificultad, Cristo también nos redimió a través del sufrimiento y en la muerte para prepararnos como materiales para la edificación. Salomón tipifica al Cristo resucitado, incluyendo Su ascensión y Su segunda venida. Así como Salomón terminó la edificación, Cristo también está edificando Su iglesia en Su resurrección hasta Su regreso.
(Lecciones de la verdad, nivel uno, tomo 1, capítulo 11, por Witness Lee)