Espíritu, El, por Witness Lee

EL ESPÍRITU COMPUESTO: EL ESPÍRITU COMPUESTO TIPIFICADO POR EL UNGÚENTO COMPUESTO

El Espíritu compuesto es el Espíritu tipificado por el ungüento compuesto (Éx. 30:22-31). El ungüento está compuesto de ciertos elementos mezclados con aceite. En una versión antigua de la Biblia en inglés (Newberry Bible) publicado por los Hermanos se nos dice en una nota de pie de página en Éxodo 30 que el aceite de la unción hace referencia al Espíritu Santo. Sin embargo, el Señor nos reveló progresivamente que el Espíritu tipificado por el ungüento es un Espíritu compuesto. Si bien los Hermanos vieron que el ungüento de la unción en Éxodo 30 es el Espíritu Santo, ellos no se percataron de que este Espíritu Santo, tal como lo tipifica en Éxodo 30, es un Espíritu compuesto que se compone de varios elementos.

El hombre y Dios forman un compuesto

El primer ingrediente del ungüento compuesto es un hin de aceite de olivas al cual se le añadieron cuatro especias, o elementos, que son mirra, canela, cálamo y casia. Estos cuatro elementos al mezclarse con el aceite de olivas producen un ungüento compuesto. Así pues, a un hin de aceite de olivas se le agregan cuatro elementos. El número uno representa al Dios único y el número cuatro tipifica a los seres creados por Dios. Entre todos los seres creados por Dios, el hombre es la criatura principal; por lo que podemos decir que el número cuatro representa al hombre. Así que estas cuatro especias procedentes del reino vegetal tipifican al hombre. Que estas cuatro especias formen un compuesto con el aceite significa que el hombre y Dios forman un compuesto.

La mirra que fluye: la dulzura de muerte de Cristo

La mirra que fluye tipifica la dulzura de la muerte de Cristo, la cual es una muerte con resultados positivos. La única muerte positiva que ha habido en el universo es la muerte de Cristo, ya que Su muerte es una muerte llena de dulzura.

La canela dulce: la dulzura y eficacia de la muerte de Cristo

La canela dulce tipifica la dulzura y eficacia de la muerte de Cristo. La muerte positiva de Cristo tipificada por la mirra es sumamente fragante y rica en canela. Por ejemplo, la canela le da un aroma y sabor dulce a los alimentos. Si no experimentamos la muerte de Cristo, no habrá dulzura en nuestra existencia humana. Por ejemplo, no es nada agradable cuando una pareja argumenta. ¿Cómo ellos resuelven tal situación? Esta pareja tiene necesidad de experimentar en su vida conyugal la muerte de Cristo. De esta manera, su vida matrimonial rebosará de dulzura. Igualmente, si una persona no experimenta la cruz en su vida diaria, no será fácil convivir con ella. Tenemos que experimentar en nuestra vida cotidiana la dulzura de muerte de Cristo.

El cálamo dulce: el poder de la resurrección de Cristo

El tercer elemento agregado al aceite es el cálamo dulce y representa el poder de la resurrección de Cristo. El cálamo es un junco que crece en pantanos o en fangos. Si bien crece en tales lugares, el cálamo tiene la capacidad de crecer hacia arriba, hacia el aire. Conforme a la secuencia de las especias, el cálamo tipifica la resurrección del Señor Jesús de la muerte. El Señor fue puesto en un pantano, o sea, en una situación de muerte, pero en resurrección Él se levantó y se puso en pie.

La casia: el poder aromático de la resurrección de Cristo

La casia representa el poder aromático de la resurrección de Cristo. En la antigüedad la casia era un repelente usado para ahuyentar los insectos y serpientes. Únicamente el poder de la resurrección de Cristo puede repeler todos los “insectos” malignos, especialmente la antigua serpiente, el diablo.

El Dios Triuno tipificado por las tres unidades de quinientos siclos

El ungüento compuesto contiene quinientos siclos de mirra, doscientos cincuenta siclos de canela, doscientos cincuenta siclos de cálamo y quinientos siclos de casia. Entre la primera unidad de quinientos siclos de mirra y la segunda unidad de quinientos siclos de casia, hay dos unidades de doscientos cincuenta siclos cada una, las cuales se suman a otra unidad de quinientos siclos. Diríamos entonces que en el ungüento compuesto hay un total de tres unidades compuestas por quinientos siclos cada una. Es muy significativo que la segunda unidad está dividida en dos. En los Tres de la Trinidad, el Hijo, tipificado por la segunda unidad de quinientos siclos, fue “dividido”, o sea, crucificado en la cruz. Las tres unidades de quinientos siclos tipifican al Dios Triuno, y este Dios Triuno fue crucificado en la cruz en la segunda persona de Su Trinidad, en el Hijo.

(Espíritu, El, capítulo 2, por Witness Lee)