Espíritu, El, por Witness Lee

EL UNGÚENTO DE LA UNCIÓN: EL ESPÍRITU COMPUESTO PARA LA UNCIÓN

El Espíritu también está simbolizado por el ungüento de la unción, el cual es el Espíritu compuesto para la unción (Éx. 30:25-26; 1 Jn. 2:20, 27; 2 Co. 1:21). La diferencia que hay entre el aceite y el ungüento está en que el segundo es un compuesto. Para hacer un ungüento se requiere, como base, cierto líquido al cual se le agrega ciertos elementos para formar un compuesto. El Espíritu que opera tanto sobre nosotros como dentro de nosotros no sólo es un aceite, sino también es un ungüento. Los cuatro elementos que conforman el ungüento compuesto en Éxodo 30 son mirra, canela, cálamo y casia. Estos cuatro elementos son mezclados con el aceite de olivas y son hecho un compuesto formando así un solo ungüento.

Muchos cristianos conocen al Espíritu Santo, pero no tienen comprensión del Espíritu compuesto. Antes de la encarnación de Dios, el Espíritu de Dios aún no había sido hecho un compuesto con los elementos de los procesos por los cuales el Dios Triuno pasó. Sin embargo, después de la encarnación de Dios, de la crucifixión y la resurrección de Cristo, el Espíritu de Dios fue hecho un Espíritu compuesto. Antes de Su encarnación, el Espíritu de Dios poseía el elemento divino, que es Dios mismo. Mediante la encarnación de Dios, la humanidad fue añadida al Espíritu. Por medio de la crucifixión de Cristo, Su muerte todo-inclusiva fue añadida al Espíritu, y por medio de Su resurrección, el elemento de la resurrección junto con su poder también fueron añadidos al Espíritu. Ahora, en el Espíritu tenemos la divinidad, más la humanidad, más la muerte, más la resurrección. Todos estos elementos han formado un compuesto para hacer el ungüento de la unción, el cual es el Espíritu compuesto.

(Espíritu, El, capítulo 3, por Witness Lee)