EL ESPIRITU DERRAMADO LOS LLENA EXTERIORMENTE
Hechos 2:2 declara que un viento recio que soplaba llenó toda la casa donde los ciento veinte estaban sentados. La palabra griega traducida “llenó” es pleróo, la cual significa llenar el interior, tal como el viento llenó la casa.
Los versículos 3 y 4 afirman: “Y se les aparecieron lenguas, como de fuego, que se repartieron asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en diversas lenguas, según el Espíritu les daba a expresarse”. La palabra griega traducida “llenos” en el versículo 4 es plétho (también usada en 4:8, 31; 9:17; 13:9 y Lc. 1:15, 41, 67), y significa llenar exteriormente. Según se usa en Hechos, pleróo denota llenar un vaso por dentro, tal como el viento llenó la casa interiormente en el versículo 2; y plétho denota llenar a las personas exteriormente, tal como el Espíritu llenó a los discípulos exteriormente en este versículo. Los discípulos fueron llenos (pleróo) del Espíritu interior y esencialmente (13:52) para su vida cristiana, y fueron llenos (plétho) del Espíritu exterior y económicamente para su ministerio cristiano. El Espíritu que llena interiormente, el Espíritu esencial, está en los discípulos (Jn. 14:17; Ro. 8:11), mientras que el Espíritu que llena exteriormente, el Espíritu económico, está sobre ellos (Hch. 1:8; 2:17).
Todo aquel que cree en Cristo debe experimentar ambos aspectos del Espíritu Santo. Incluso Cristo como hombre los experimentó. El nació del Espíritu Santo esencialmente (Lc. 1:35; Mt. 1:18-20) para existir y vivir, y fue ungido con el Espíritu Santo económicamente (Mt. 3:16; Lc. 4:18) para Su ministerio y Su mover. El Espíritu esencial estaba dentro de El, y el Espíritu económico estaba sobre El.
(Estudio-vida de Hechos, capítulo 7, por Witness Lee)