EL SANEDRIN LOS ARRESTA Y LOS INTERROGA
Leamos los versículos 1 y 2: “Hablando ellos al pueblo, vinieron sobre ellos los sacerdotes con el jefe de la guardia del templo, y los saduceos, contrariados de que enseñasen al pueblo, y anunciasen en Jesús la resurrección de entre los muertos”. En este pasaje se menciona el jefe de la guardia del templo. Los saduceos constituían una secta del judaísmo (5:17). No creían en la resurrección, ni en los ángeles ni en los espíritus (Mt. 22:23; Hch. 23:8). Tanto Juan el Bautista como el Señor Jesús censuraron a los fariseos y a los saduceos, calificándolos de cría de víboras (Mt. 3:7; 12:34; 23:33). El Señor advirtió a Sus discípulos en cuanto a las doctrinas de ellos (Mt. 16:6-12).
Los saduceos estaban muy contrariados por el hecho de que Pedro y Juan enseñaban al pueblo y anunciaban en Jesús la resurrección de los muertos. En 4:2 la preposición “en” denota, en el poder de algo, con la naturaleza y el carácter de algo.
Pedro y Juan fueron encarcelados (v. 3). “Aconteció al día siguiente, que se reunieron en Jerusalén los gobernantes, los ancianos y los escribas, y el sumo sacerdote Anás, y Caifás y Juan y Alejandro, y todos los que eran del linaje de los sumos sacerdotes” (vs. 5-6). Esta fue una reunión del sanedrín judío (v. 15). En los cuatro evangelios, este sanedrín, compuesto por los líderes judíos, llegó a ser el mayor opositor del Señor Jesús y de Su ministerio y le condenó a muerte (Mt. 26:59). Ahora, en este libro, el mismo sanedrín con los mismos miembros empezó a perseguir a los apóstoles y el ministerio de éstos (5:21; 6:12; 22:30). Esto indica que el judaísmo había caído en manos del enemigo de Dios, Satanás el diablo, y era usado por él en su intento de estorbar y destruir el mover de Dios en Su economía neotestamentaria, el cual tiene como fin llevar a cabo el propósito eterno de Dios, a saber, traer Su reino a la tierra al establecer y edificar las iglesias por medio de la predicación del evangelio de Cristo.
Aparte de Anás el sumo sacerdote, Hechos 4:6 menciona a Caifás, a Juan y a Alejandro. Caifás era un sumo sacerdote (Lc. 3:2), y Juan y Alejandro quizá eran parientes del sumo sacerdote. En cualquier caso, deben de haber sido dignatarios judíos, dado que son nombrados con los líderes del sanedrín judío (Hch. 4:15).
En Hechos 4:7 dice: “Y poniéndoles en medio, les preguntaron: ¿Con qué potestad, o en qué nombre, habéis hecho vosotros esto?” Esta pregunta se refiere a la sanidad del hombre cojo del capítulo tres. Las palabras griegas traducidas “con qué potestad o en qué nombre” significan literalmente “con qué clase de poder o en qué clase de nombre”.
(Estudio-vida de Hechos, capítulo 15, por Witness Lee)