Misterio de Dios y el misterio de Cristo, El, por Witness Lee

EL PLAN DE DIOS CONSISTE EN QUE CRISTO SEA NUESTRO TODO

En la eternidad pasada, Dios hizo un plan con respecto a lo que Él realizaría durante el transcurso de los tiempos y las generaciones en todos los siglos. Él planeó hacer que Cristo fuera el centro y la Cabeza de toda la creación. Cristo es el misterio de Dios (Col. 2:2); como tal, Él es la imagen fiel del Dios invisible y el Primogénito de toda creación (1:15), el Primogénito de entre los muertos y la Cabeza del Cuerpo, que es la iglesia (v. 18), la porción que Dios nos ha otorgado (v. 12) e incluso el reino mismo (v. 13). Podemos compartir a Cristo, recibirlo y andar en Él. Además, Dios desea que Cristo sea algo más subjetivo en nuestra experiencia que todos los puntos antes mencionados. Él se ha propuesto que Cristo sea nuestra propia vida y elemento (3:4; cfr. Ef. 2:5). Dios desea que Cristo, como el Espíritu, entre en nuestro espíritu a fin de mezclarse con nosotros y llegar a ser nuestro propio elemento (1 Co. 6:17). Conforme al plan de Dios, Cristo debe ser nuestra vida, nuestro elemento y nuestro todo.

Dios no sólo planeó que Cristo fuera nuestra vida y nuestro todo, sino que, además, Él ha hecho que Cristo sea la realidad de todas las cosas positivas en el universo. Todas las cosas físicas que vemos son simplemente figuras y sombras de la realidad, la cual es Cristo (Col. 2:17). Las cosas físicas no son reales; sólo Cristo es real. El alimento que comemos no es el verdadero alimento, pues es solamente una figura. Cristo es nuestro verdadero alimento (Jn. 6:35, 57). La casa en que vivimos no es nuestra verdadera morada. Nuestra verdadera morada es Cristo (cfr. 15:4). El Señor es nuestra morada para siempre (Sal. 90:1). Él es nuestra habitación eterna, nuestra morada eterna (cfr. Ap. 21:22). La vida física que heredamos de nuestros padres no es la verdadera vida; es simplemente una sombra, una figura. Cristo es la verdadera vida (Jn. 14:6). Así que, a los ojos de Dios, si no tenemos a Cristo, no tenemos vida. En 1 Juan 5:12 dice: “El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida”. Cristo también es nuestra verdadera luz y nuestro verdadero camino (Jn. 1:4; 1 Jn. 1:5; Jn. 14:6). Todas las cosas físicas visibles no son reales; todas ellas son simplemente figuras y sombras de la realidad, la cual es Cristo mismo.

Dios se ha propuesto que Cristo sea nuestro todo. ¿Qué es lo que usted desea? ¿Desea la buena tierra con sus manantiales? Cristo es la buena tierra y sus manantiales (cfr. Dt. 8:7). ¿Desea tener esperanza y paz? Cristo es tanto nuestra esperanza como nuestra paz (Ef. 1:12; 2:14). ¿Desea riquezas? Cristo es nuestra verdadera riqueza (cfr. 3:8; Fil. 4:19), y nuestro verdadero tesoro (2 Co. 4:7). ¿Necesita alimento con el cual nutrirse o una casa en donde vivir? Cristo es ambos. ¿Desea recibir una carta? Cristo es incluso nuestra carta (3:3). ¿Necesita ropa? Colosenses 3:10-14 revela que podemos vestirnos de Cristo, quien es nuestra verdadera ropa. ¿Necesita una cabeza bajo la cual someterse? Cristo es nuestra Cabeza (Ef. 1:22). De hecho, si no tiene a Cristo, usted es una persona sin cabeza. ¿Desea filosofía? Cristo es mucho más que la filosofía (Col. 2:3). Nunca podríamos agotar todo lo que Cristo es para nosotros. Cristo en verdad lo es todo.

(Misterio de Dios y el misterio de Cristo, El, capítulo 5, por Witness Lee)