III. EL PROTESTANTISMO
A. Practica las obras de los nicolaítas,
las obras del clero en la jerarquía religiosa
El protestantismo practica las obras de los nicolaítas, las obras del clero en la jerarquía religiosa (Ap. 2:6). Esta es una marcada característica de las iglesias protestantes de hoy. En las iglesias protestantes existe una jerarquía en la que se tiene el clero y el llamado laicado. Un pequeño número son el clero, y llamado la mayoría son laicos. Si practicamos esto, no estamos en el recobro.
Tenemos que considerar si tenemos clero y laicado en nuestras reuniones. Quizás no tengamos el término clero, pero en realidad podemos estar edificando el clero. Mientras mantengamos el sistema donde un solo hombre habla y no tenemos la práctica apropiada donde todos los miembros de la iglesia profetizan, estamos edificando el clero.
En 1937 el hermano Nee vio la verdad con respecto a las reuniones de la iglesia en mutualidad según se revela en 1 Corintios 14. Su ministerio sobre esto está en el libro titulado La vida cristiana normal de la iglesia. En 1948 habló de esto otra vez en el libro titulado Los asuntos de la iglesia. Pero a través de los años, no hemos encontrado la manera de reemplazar el sistema donde un solo hombre habla, por el sistema donde todos los santos profetizan. En 1984 fui a Taiwán con el fin de volver a estudiar nuestra situación en el recobro. En ese estudio fui animado y fortalecido por el Señor para tomar la práctica de las reuniones de la iglesia según se revela en 1 Corintios 14.
Finalmente, empezando con la iglesia en Taipéi, abandonamos la práctica en la que un solo hombre habla el día del Señor. Ahora todos los santos profetizan en las reuniones. Nos dimos cuenta de que no podíamos hacer esto en reuniones muy grandes; así que la iglesia en Taipéi dividió sus tres mil asistentes en varias reuniones de distrito. Cada reunión de distrito tiene cerca de cincuenta santos. Hoy muchas iglesias locales tienen la práctica de que todos los santos profetizan en lugar de la de tener una reunión para oír el mensaje de un orador el día del Señor.
En Apocalipsis 2:6 el Señor Jesús claramente dice que odia las obras de los nicolaítas, el sistema de cleros y laicos (véase la nota 61 en la Versión Recobro). Necesitamos rechazar cualquier cosa que pertenezca a este sistema. Todos debemos ser miembros activos en el Cuerpo de Cristo. Dondequiera haya clero y laicado, se desarrolla la jerarquía. Ese sistema cambia la naturaleza de las iglesias del recobro.
B. Retiene la enseñanza
de Balaam
El protestantismo retiene la enseñanza de Balaam, que pone tropiezo al pueblo de Dios, induciéndolo a aceptar la idolatría y a cometer fornicación (Ap. 2:14). Balaam era un profeta gentil que hablaba y enseñaba la palabra de Dios por lucro, y él incitó al pueblo de Dios a la fornicación y a la idolatría (Nm. 25:1-3; 31:16).
C. Retiene la enseñanza
de los nicolaítas
El protestantismo también retiene la enseñanza de los nicolaítas, que consiste en desarrollar una jerarquía y practicar el sistema de clérigos. En las siete epístolas a las iglesias, primero se mencionan las obras de los nicolaítas (Ap. 2:6). Al principio sólo se habla de la práctica de la jerarquía, donde están el clero y el laicado. Más tarde, esta práctica se convirtió en una enseñanza (v. 15). Hoy en el protestantismo existe tal enseñanza. Las personas son animadas a consagrarse al Señor con miras a llegar a ser predicadores. Después son enviados a seminarios, y después de su graduación se convierte en la clase clerical. Esta es una práctica y una enseñanza del protestantismo.
D. Menosprecia la posición de Cristo
como Cabeza de Su Cuerpo
En el protestantismo de hoy también hay indiferencia con respecto a la posición de Cristo como Cabeza de Su Cuerpo (Col. 1:18). Hoy en las iglesias protestantes difícilmente se encuentra alguna enseñanza acerca del Cuerpo de Cristo o de Cristo como Cabeza del Cuerpo. En nuestras enseñanzas a lo largo de los años, hemos hecho un marcado énfasis en la edificación del Cuerpo de Cristo y la posición de Cristo como Cabeza.
E. Anula las funciones de los miembros
del Cuerpo de Cristo
Las iglesias protestantes anulan las funciones de los miembros del Cuerpo de Cristo. Sostienen que tener un orador es mejor que tener la función de todos los santos. Piensan que tener un orador mantiene la reunión en orden y asegura que sea hablada una palabra buena para los asistentes. Creen que una reunión que esté en manos de todos los santos terminará en caos y confusión. Al leer 1 Corintios 14 podemos ver que Pablo sabía que la práctica de que todos profetizaran no sería nada fácil. Por eso Pablo les mandó que hicieran todo decentemente y con orden (v. 40).
Nos agrada ser decentes, pero al mismo tiempo no nos gusta estar muertos. Al contrario, nos gusta estar llenos de vida. Yo acostumbro preguntarle a la gente: “¿Qué prefiere usted: el cementerio o un patio de recreo?” Un patio de recreo tiene poco orden, pero en el cementerio todo está en orden. No queremos tener reuniones de iglesia que sean como un cementerio. Nuestras reuniones de iglesia necesitan ser muy vivientes. El libro de los Salmos nos anima que demos gritos de júbilo al Señor (Sal. 100:1). Necesitamos gritos de júbilo en nuestras reuniones de iglesia.
F. Reserva la mayor parte de las reuniones
de iglesia para el servicio del clero
En el protestantismo la mayor parte de las reuniones de iglesia están reservadas para el servicio del clero, y casi en ninguna reunión se permite la manifestación de los dones de todos los miembros del Cuerpo, para la edificación orgánica del Cuerpo de Cristo en las inescrutables riquezas de Cristo (cfr. 1 Co. 14:23a, 24, 26, 31, 3-5). Quizás nuestras reuniones sean ruidosas, pero del ruido de todos los santos brotan las riquezas de Cristo.
G. Debemos vencer dicha religión
muerta y moribunda
Nosotros vencemos esta religión muerta y moribunda por medio del Cristo pneumático en Su resurrección y en la abundante suministración del Espíritu todo-inclusivo (Fil. 3:10; 1:19b). Por un lado, Cristo es el Hijo de Dios. Por otro lado, El es el Espíritu vivificante. En 1 Corintios 15:45 dice que Cristo en la carne, el postrer Adán, llegó a ser el Espíritu vivificante por medio de Su resurrección. Así que, hoy El es el Cristo pneumático. Por medio de este Cristo y por medio de la abundante suministración del Espíritu todo-inclusivo y vivificante, podemos vencer el protestantismo de hoy.
(
Vencedores, Los, capítulo 4, por Witness Lee)