B. EN LA IGLESIA —EL CUERPO DE CRISTO—
COMO AGRANDADA EXPRESIÓN CORPORATIVA
EN LA CARNE
Hemos indicado que la plenitud de Dios es la expresión de Dios. Según Juan 1:16, la plenitud de Dios vino con Cristo, quien es la corporificación de la plenitud de Dios. Con Cristo, la expresión de Dios era un asunto individual. Esta expresión debe ser agrandada de un individuo a una expresión corporativa. La iglesia ha de ser la agrandada expresión corporativa de Dios en la carne. Esto significa que la iglesia debe ser la plenitud, la expresión de Dios, de una manera corporativa. En la iglesia, Dios es expresado no mediante un individuo, sino corporativamente mediante el Cuerpo de Cristo. Debido a que la plenitud de Dios está corporificada en la iglesia, la iglesia es la expresión corporativa del Dios Triuno.
En 1 Timoteo 3:15 y 16 se nos indica que Dios es manifestado en la iglesia, el Cuerpo de Cristo, como agrandada expresión corporativa en la carne: “La casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y fundamento de la verdad. E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Él fue manifestado en la carne, / justificado en el Espíritu, / visto de los ángeles, / predicado entre las naciones, / creído en el mundo, / llevado arriba en gloria”. En el griego, el antecedente de “Él” no es especificado, pero es bastante obvio que se refiere a Cristo, el cual era Dios manifestado en la carne como misterio de la piedad. La transición de “misterio” a “Él” implica que Cristo como manifestación de Dios en la carne es el misterio de la piedad (Col. 1:27; Gá. 2:20). Este misterio de la piedad es el vivir de una iglesia apropiada, y tal vivir es también la manifestación de Dios en la carne.
Estos versículos implican que no solamente Cristo mismo como Cabeza, sino también la iglesia como Cuerpo, es la manifestación de Dios en la carne. Cuando una iglesia crece en Cristo con el crecimiento de Dios (Col. 2:19), ella cumplirá su función como casa y familia del Dios viviente en pro del mover de Dios sobre la tierra y cumplirá su función como columna y fundamento de la verdad al ser portadora de la realidad divina de Cristo y Su Cuerpo como testimonio para el mundo. Entonces la iglesia llega a ser la continuación de la manifestación de Dios en la carne efectuada por Cristo. Éste es el gran misterio de la piedad: Cristo expresado en el vivir de la iglesia como manifestación de Dios en la carne.
En 1 Timoteo 3:15 la palabra griega para “casa” también puede ser traducida “familia”. El hogar, la familia, de Dios es la casa de Dios. La casa y la familia son una sola cosa: la asamblea de los creyentes (Ef. 2:19; He. 3:6). La realidad de esta casa como morada del Dios viviente está en nuestro espíritu (Ef. 2:22). Debemos vivir en nuestro espíritu para que Dios pueda ser manifestado en esta casa como Dios viviente.
La iglesia, como casa y familia del Dios viviente, es la columna y fundamento de la verdad. La columna sostiene el edificio, y el fundamento sustenta a la columna. La iglesia es la columna que sirve de sostén a la verdad y el fundamento que le sirve de apoyo. La verdad es la realidad, la cual se refiere a las cosas reales que son reveladas en el Nuevo Testamento con respecto a Cristo y la iglesia según la economía neotestamentaria de Dios. Dicha economía está compuesta de Cristo como misterio de Dios (Col. 2:2) y la iglesia como misterio de Cristo (Ef. 3:4). Cristo y la iglesia, la Cabeza y el Cuerpo, son el contenido de la realidad de la economía neotestamentaria de Dios. La iglesia como casa y familia del Dios viviente es tanto la columna que sostiene la verdad, la realidad de la economía neotestamentaria de Dios, como también el fundamento que sirve de apoyo a la columna.
Tal iglesia es la continuación, el agrandamiento y la expansión de Dios manifestado en la carne. Esta manifestación de Dios es la iglesia como casa de Dios y como columna y fundamento de la verdad. Por tanto, la iglesia es el aumento, el agrandamiento, de la manifestación de Dios en la carne. Éste es Dios manifestado en la carne de una manera más amplia. Esto es conforme al principio neotestamentario de la encarnación, la cual es Dios manifestado en la carne.
La primera parte de 1 Timoteo 3:16 dice: “E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad”. El uso de la conjunción “e” al inicio de esta frase indica que lo dicho acerca de la iglesia en el versículo 15 no había concluido todavía y que la iglesia es aún algo más que la casa del Dios viviente y la columna y fundamento de la verdad. La iglesia también es el misterio de la piedad. De acuerdo con el contexto, la piedad se refiere al Dios viviente en la iglesia, esto es, a Dios como vida manifestado en el vivir de la iglesia para Su expresión. La vida de iglesia es la expresión de Dios. Tanto Cristo como la iglesia, la Cabeza y el Cuerpo, son el misterio de la piedad que expresa a Dios en la carne.
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Conclusión del Nuevo Testamento, La (Mensajes 001-020), capítulo 13, por Witness Lee)