Espíritu con nuestro espíritu, El, por Witness Lee

I. FUIMOS CREADOS POR DIOS COMO SERES TRIPARTITOS

Según se narra la creación en Génesis, Dios no proporciona muchos detalles acerca de los cielos porque los cielos no tienen mucha relación directa con nosotros. En cambio, con respecto a la tierra, Dios proporciona muchos detalles. Desde Génesis 1:2 hasta Génesis 2 vemos muchos detalles de la tierra. Primero, Dios hizo que la tierra seca apareciera el tercer día. Luego creó la vida vegetal y la vida animal. Por último, Dios nos dice que creó al hombre.

En la creación, Dios hablaba y las cosas llegaban a existir, pero al crear al hombre, Dios usó dos sustancias. Génesis 2:7 dice que El usó el polvo para hacer el cuerpo del hombre, y que usó Su soplo de vida para formar el espíritu del hombre. El soplo de vida no es Dios mismo ni la vida de Dios ni el Espíritu de Dios, pero se parece mucho a Dios, a la vida de Dios y al Espíritu de Dios.

Antes de que el soplo de vida entrara en el hombre, éste sólo tenía una estructura inerte. Pero cuando el soplo de vida entró en la estructura del hombre, éste llegó a ser un alma viviente. Dios no usó ninguna sustancia para crear el alma. El alma fue el resultado de que el soplo de vida entrase en el cuerpo del hombre. El alma es el ser del hombre, el hombre mismo. El libro de Exodo nos dice que setenta almas de la casa de Jacob fueron a Egipto (1:5). Esto se refiere a setenta personas. Una persona es un alma. Esto demuestra que el alma es nuestra propia persona, nuestro ser. El alma se encuentra entre la estructura externa, el cuerpo, y el órgano interno, el espíritu.

A. Con un cuerpo formado del polvo, que es nuestra estructura externa

Al estudiar la definición de nuestro espíritu, debemos conocer bien la creación de Dios. Fuimos creados por Dios como hombres tripartitos. Como hemos visto, 1 Tesalonicenses 5:23 y Hebreos 4:12b son los versículos más básicos de la Biblia con respecto a las tres partes del hombre. El cuerpo del hombre, el cual fue formado del polvo, es la estructura externa (Gn. 2:7a). Los minerales encontrados en nuestro cuerpo son los minerales encontrados en el polvo.

B. Con un espíritu producido por el soplo de Dios, que es nuestro órgano intrínseco, considerado en la misma categoría que los cielos y la tierra

También tenemos un espíritu que fue producido por el soplo de Dios, el cual es nuestro órgano intrínseco, considerado en la misma categoría que los cielos y la tierra (Gn. 2:7b; Zac. 12:1b; Is. 42:5). La palabra que uso aquí no es hecho ni creado, sino producido. El soplo de vida produjo el espíritu. En realidad, el soplo de vida llegó a ser el espíritu. En Génesis 2:7 la palabra hebrea traducida “soplo”, neshamah, es la misma palabra traducida “espíritu” en Proverbios 20:27, donde se habla del espíritu humano.

Tenemos dos órganos principales. Uno es el cuerpo, nuestro órgano externo, el cual tiene muchas funciones. Pero también tenemos dentro de nosotros un órgano intrínseco: nuestro espíritu. Con nuestro espíritu podemos comprender todas las cosas de la esfera divina, espiritual y celestial. Si no usamos nuestro espíritu, llegamos a ser muy bajos, como las bestias. La diferencia entre los hombres y los demás seres vivos radica en que sólo el hombre tiene espíritu (Job 12:10). El espíritu nos hace diferentes de los animales, así que debemos estudiar nuestro espíritu y ejercitarlo. Si no le ponemos cuidado a nuestro espíritu, no podemos disfrutar a Dios, no podemos ser espirituales y no podemos crecer en la vida divina.

(Espíritu con nuestro espíritu, El, capítulo 6, por Witness Lee)