III. LA COMPOSICION DE NUESTRO ESPIRITU
Nuestro espíritu se compone de la conciencia, la comunión y la intuición. Para una discusión más a fondo de las funciones de nuestro espíritu véanse las páginas 62-65 de La economía de Dios.
A. La conciencia
En Romanos 9:1 Pablo dijo que su conciencia daba testimonio consigo en el Espíritu Santo. Romanos 8:16 dice que el Espíritu da testimonio con nuestro espíritu. Por un lado, el Espíritu Santo da testimonio con nuestro espíritu y por otro, nuestra conciencia da testimonio con el Espíritu Santo. Esto demuestra que la conciencia constituye una función de nuestro espíritu. Si no atendemos a nuestra conciencia, nuestro espíritu no puede funcionar adecuadamente para tener contacto con el Espíritu. Debemos aprender a cuidar de nuestra conciencia. La conciencia nos regula ya sea condenándonos o justificándonos. Que seamos justificados o condenados interiormente depende de la conciencia, la cual está en nuestro espíritu.
B. La comunión
La comunión es otra función de nuestro espíritu. Juan 4:24 dice que Dios es Espíritu y que los que le adoran deben adorarle en espíritu. Adorar a Dios significa tener comunión con El. Si deseamos tener comunión con Dios, debemos hacerlo en nuestro espíritu. Fuera del espíritu no es posible tener comunión con Dios. En Romanos 1:9 Pablo dijo que él servía a Dios en su espíritu. Servir a Dios consiste en tener comunión con Dios. Los siervos y el amo siempre están en contacto. Siempre tienen comunión. Servimos a Dios, nuestro amo, al tener contacto con El, al tener comunión con El, en nuestro espíritu. Lucas 1:47 dice: “Mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador”. Regocijarse en Dios, gozarse en el Señor, también constituye una clase de comunión.
C. La intuición
En 1 Corintios 2:11 se afirma que sólo el espíritu del hombre conoce las cosas del hombre. Esto se refiere a un conocimiento directo obtenido por intuición. Marcos 2:8 dice que hasta el Señor Jesús, mientras estaba en la tierra, conocía en Su espíritu. Aunque El tenía el Espíritu Santo, también era un hombre que tenía Su propio espíritu. El tenía la intuición interna en Su espíritu para percibir directamente.
(
Espíritu con nuestro espíritu, El, capítulo 6, por Witness Lee)