Revelación y visión de Dios, La, por Witness Lee

LA REVELACIÓN PURA DE LA BIBLIA EN CUANTO AL DIOS TRIUNO

Todos reconocemos que el que Dios sea triuno es un misterio y también un tema difícil. A fin de hablar de ello con precisión, tenemos que estudiar las Escrituras de manera profunda y cabal. El grado de rigurosidad con el que conozcamos las Escrituras, determinará el grado de la exactitud de nuestro conocimiento. Al estudiar este asunto nos hemos apoyado sobre los hombros de nuestros antecesores, pero también hemos visto algo más. Por lo tanto, nuestro estudio es más avanzado, completo y exacto.

A fin de conocer al Dios Triuno, primero debemos tener un entendimiento de la palabra upóstases, la cual se refiere a las tres sustancias subyacentes de la Trinidad Divina. Estas tres sustancias son el Padre, el Hijo y el Espíritu. En toda la Biblia sólo Mateo 28:19 pone juntos el Padre, el Hijo y el Espíritu. El Señor Jesús, como Dios encarnado, tuvo un vivir humano en la tierra, murió en la cruz y resucitó después de tres días; luego, en resurrección, vino a Sus discípulos y dijo: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”. Aunque el Padre, el Hijo y el Espíritu son tres, la palabra griega que se traduce “nombre” está en singular. Esto significa que el Padre, el Hijo y el Espíritu son tres en sustancia y son uno solo en esencia.

No osamos decir que el Padre, el Hijo y el Espíritu son tres personas, tampoco osamos decir que Ellos no lo son, porque esto es verdaderamente un misterio. En Juan 14:16 el Padre, el Hijo y el Espíritu tienen sus propios pronombres y verbos. Este versículo dice: “Y Yo rogaré al Padre, y [Él] os dará otro Consolador, para que [Él] esté con vosotros para siempre”. En este versículo Yo y las personas implícitas en los verbos dará y esté, se refieren al Hijo, al Padre y al Espíritu, respectivamente. Ahora debemos regresar a ver Génesis 1:26. Ahí dice que Dios, al crear al hombre, dijo: “Hagamos al hombre a Nuestra imagen, conforme a Nuestra semejanza”. En este versículo el verbo hagamos y la palabra Nuestra están en plural. Decir, basado en este versículo, que hay tres Dioses viene a ser otro extremo, que es también una herejía, ya que tanto el Antiguo Testamento como el Nuevo reiteran enérgicamente que sólo hay un Dios. Isaías 45:5 dice: “Yo soy Jehová, y no hay ningún otro; / no hay Dios fuera de Mí”. En 1 Corintios 8:4 también leemos: “No hay más que un Dios”.

Por otra parte, Éxodo 3:14-15 dice: “Respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY [...] Jehová, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob [...] Éste es Mi nombre”. Aquí, Jehová denota al Dios Triuno. Dios es Jehová; este nombre también significa “Aquel que es y que era y que ha de venir” (Ap. 1:4), lo cual implica tres periodos de tiempo. Sin embargo, el pronombre usado en Éxodo 3:14-15 no es el plural Nosotros, sino el singular Yo. Por lo tanto, no podemos decir que hay tres Dioses; más bien, debemos decir que Dios es triuno. No sólo eso, “el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob” también implica que Dios es triuno, que Dios tiene el aspecto de ser tres.

Lo más importante acerca de que el Dios Triuno es uno, es que Dios es uno en Su esencia. Juan 4:24 dice: “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y con veracidad es necesario que adoren”. Aquí, Dios es el Dios Triuno completo: el Padre, el Hijo y el Espíritu; en este versículo Espíritu se refiere a la esencia divina. Esto es como decir que la madera es la naturaleza, la esencia, de una mesa. Por lo tanto, si queremos adorar a Dios, quien es Espíritu, debemos adorarle con nuestro espíritu, que tiene la misma naturaleza que la de Él.

(Revelación y visión de Dios, La, capítulo 1, por Witness Lee)