Aspecto orgánico de la obra salvadora de Dios, El, por Witness Lee

SATANAS VIGILA A DIOS

Dios estuvo dispuesto a permitir que el ángel más elevado creado por El (Ez. 28:13-14) se rebelara contra El junto con un grupo de ángeles y fuera Su adversario. De este modo Satanás llegó a ser “el partido en oposición” en el universo específicamente para vigilar a Dios y para oponerse a El. La Biblia nos dice que Satanás se opone a Dios y se rebela contra El. Por tanto, Dios lo juzgó, mandando que fuera echado al foso sin fondo para ser terminado (Is. 14:12-15). Pero este castigo no ha sido ejecutado todavía. El juicio está presente, pero no se ha ejecutado todavía. Así que, Satanás sigue andando por el universo. Aunque la Biblia dice que Dios ató a Satanás, puede limitarlo hasta donde le plazca. Por eso tenemos muchas dificultades y aflicciones, desastres naturales y calamidades causadas por el hombre, fracasos y desilusiones, etc. Estas ocurren porque Satanás todavía está aquí y nos molesta. Dios es soberano sobre todas las cosas. El anunció el dictamen de que Satanás sería echado al abismo, pero no lo quitó de enmedio inmediatamente. Si hubiera eliminado a Satanás, no habría tenido un partido de oposición. Dios quiere mantener un partido de oposición para demostrar Su perfección. Sin un partido de oposición, la perfección de Dios no se podría manifestar. Dios puede hacer lo que quiera por Sí mismo, y todo lo que dice, así es. Pero hay un partido de oposición para poner en vigencia que todo lo que Dios dice y hace concuerda con Su justa ley.

Además, Dios concedió a Su adversario, Satanás, la libertad de observar los concilios celebrados por El con Sus ángeles e incluso el privilegio de criticar lo que hace (Job 1:6-12; 2:1-6). Cuando Dios celebraba una reunión con Sus ángeles, Satanás también estaba allí observando. Los ángeles no lo impidieron, porque sabían que tenía el privilegio de hacerlo. Satanás entraba en los concilios e incluso hacía críticas. El libro de Job nos muestra que Dios y Satanás tuvieron una conversación. Satanás le dijo a Dios: “Ves cómo es Job. Le has dado tantas cosas buenas. Le has ganado para que sea perfecto”. Dios dijo: “Está bien, de ahora en adelante, te entrego a Job. Puedes hacer lo que quieras, pero no le puedes quitar la vida”. Esto ocurrió no sólo en los tiempos de Job, sino que también hoy día Satanás sigue acusándonos delante de Dios día y noche (Ap. 12:10).

Por tanto, todo lo que Dios quiere hacer por el hombre por medio de Su vida orgánicamente conforme a Su amor también debe responder a las críticas de Su adversario, Satanás. Esto también requiere primero que la salvación que Dios quiere efectuar por el hombre, incluyendo la redención y la salvación, satisfaga los requisitos jurídicos de la justicia de Dios.

(Aspecto orgánico de la obra salvadora de Dios, El, capítulo 1, por Witness Lee)