ATENDER LAS NECESIDADES
DE LOS QUE ASISTEN A LA REUNIÓN,
AL SER FLEXIBLES PARA HACER CAMBIOS
SEGÚN LA SITUACIÓN
En primer lugar, debemos atender las necesidades de aquellos que asisten a la reunión y ministrar la palabra conforme a su necesidad. Si hay incrédulos presentes, debemos ser flexibles para hacer los cambios necesarios y ministrar la palabra del evangelio según la situación. Incluso mientras seguimos el fluir de la reunión, tal vez percibamos que los asistentes tienen diversas necesidades. Podemos observar que a algunos hermanos los agobian las preocupaciones y que otros aún no tienen claro su propia salvación. En ese momento, debemos atender su necesidad y ministrar la palabra según la necesidad. Para poder hacer esto, debemos pasar tiempo en la palabra del Señor con regularidad. También debemos practicar el hablar la palabra con regularidad. De este modo, seremos como un excelente médico que puede dar un diagnóstico acertado y luego prescribir la dosis adecuada de medicina. Estos médicos están listos en cualquier momento para dar un diagnóstico y recetar la medicina. Todos debemos aprender a discernir la necesidad en una reunión. Especialmente los hermanos responsables deben tomar la iniciativa en esto. De ese modo, ellos serán un ejemplo para todo el rebaño. Cuando los incrédulos estén presentes, debemos ser flexibles para hacer los cambios necesarios, y ministrar la palabra del evangelio según la situación. Incluso si hay solamente un incrédulo, debemos atender su necesidad.
(Reunirnos para hablar la Palabra de Dios, capítulo 5, por Witness Lee)