III. CONFORME A LA SEMEJANZA DE DIOS
La imagen de Dios se refiere a Su ser interior, mientras que Su semejanza alude a Su porte exterior. Interiormente, dentro de Su ser, Dios tiene todos los atributos y virtudes, y exteriormente tiene una semejanza. Por un lado, Dios es invisible. Si tal es el caso, ¿cómo puede Dios tener semejanza alguna? Esto es muy difícil de comprender y de explicar para nosotros los seres humanos. Dios se apareció a Abraham en Génesis 18 en la semejanza de un hombre. No podemos decir que Dios fuera invisible en Génesis 18 ni que no tuviera semejanza. Dios apareció a Abraham en forma visible, con la semejanza de un hombre. Génesis 18 muestra que Dios tiene la semejanza de hombre. La semejanza del hombre corresponde a la semejanza de Dios. Los seres humanos tenemos un cuerpo físico, que es nuestra semejanza y también tenemos un ser interior. Del mismo modo, Dios tiene Su ser interior y también Su semejanza. El cuerpo exterior del hombre fue creado conforme a la semejanza de Dios. Antes de encarnarse como hombre, Dios apareció a Abraham en forma de hombre. La forma del hombre es la forma de Dios, porque el hombre fue creado conforme a la semejanza de Dios.
(Lecciones básicas acerca de la vida, capítulo 1, por Witness Lee)