Lecciones básicas acerca de la vida, por Witness Lee

V. HACE QUE LA MENTE HUMANA DUDE DE LA PALABRA DE DIOS

Después que Satanás vino e incitó la mente de la mujer, hizo que ésta dudara de la palabra de Dios (v. 4). En el versículo 1 de Génesis 3, él estimuló la mente de Eva; luego en los versículos 2 y 3, Eva empezó a hablar con él, lo cual indica que Eva había caído en la trampa. Ella no debía haber hablado con la serpiente ni debía haberle respondido; debía haberse apoyado firmemente en la palabra de Dios y alejado rápidamente del tentador. En vez de hacer esto, ella contestó diciendo: “Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que está en medio del huerto, ha dicho Dios: No comeréis de él, ni lo tocaréis, para que no muráis” (vs. 2-3). Esta pequeña conversación es evidencia de que Eva había caído en la trampa. Su respuesta abrió la puerta para que la serpiente le dijera: “¡Ciertamente no moriréis!” (v. 4). Éste es un paso más que Satanás dio para tratar con la mente de la mujer. Él no sólo quería incitar la mente humana, sino que además hizo que la mente humana dudara de la palabra de Dios. Esto significa que el veneno de la serpiente entró en la mente de la mujer, ya que las palabras de Satanás habían entrado en ella. Cuando las palabras tienen acceso, la persona que las profiere también tiene acceso. De este modo, la mente humana recibió el veneno y se contaminó.

(Lecciones básicas acerca de la vida, capítulo 4, por Witness Lee)