Lecciones básicas acerca de la vida, por Witness Lee

II. DIOS DESEABA QUE EL HOMBRE LE RECIBIERA COMO VIDA AL COMERLE

Dios deseaba que el hombre le recibiera como vida al comerle.

A. Comer es la única manera de recibir nutrición orgánicamente

La única manera de recibir nutrición orgánicamente es comer. La única manera de recibir algo orgánico es comerlo. Lo que ingerimos llega a ser lo que nos alimenta orgánicamente. Debemos desarrollar este punto.

B. Dios es el verdadero alimento del hombre

El único camino que debemos seguir es comer, y Dios es el único alimento que debemos ingerir. Por eso, debemos proclamarles a los demás que el alimento físico que comemos es una sombra y que la realidad de dicha sombra es Dios. Para demostrar esto, nos podemos basar en Colosenses 2:16-17.

C. Recibir a Dios al comerle a Él es asimilarle metabólicamente en el ser del hombre

Me agrada el uso de las palabras orgánicamente y metabólicamente. Recibir a Dios al comerle a Él es asimilarle metabólicamente en nuestro ser. Cuando recibimos a Dios, Su elemento nuevo reemplaza lo que somos y nuestro elemento viejo es desplazado. Esto es semejante al metabolismo. Comer los alimentos orgánicamente y digerirlos metabólicamente, asimilándolos en nuestro ser es un ejemplo de comer, digerir y asimilar a Jesús como nuestro alimento espiritual. Ésta no es simplemente nuestra idea, sino lo que presenta la Biblia en su totalidad y a un nivel profundo.

Cuando el Señor Jesús vino, dijo: “Yo soy el pan de vida” (Jn. 6:35a), y “el que me come, él también vivirá por causa de Mí” (v. 57b). El árbol de la vida se ve tanto en Génesis 2, al comienzo de la Biblia, como en Apocalipsis 2 y 22, al final de la misma. Esto nos muestra que el pensamiento presentado a lo largo de la Biblia es que el hombre debe comer a Dios, ingerirle orgánicamente y asimilarle metabólicamente para que Dios llegue a ser sus “fibras”, sus “tejidos”, su propio ser. El alimento que comemos llega a convertirse en lo que somos, ya que somos lo que comemos. Estamos compuestos de los alimentos que hemos asimilado. Según este mismo principio, hoy en día Dios es nuestro alimento.

En Apocalipsis 2:7 el Señor Jesús prometió a la iglesia en Éfeso que al que venciera le daría a comer del árbol de la vida. La última promesa que consta en la Biblia es la de disfrutar el árbol de la vida, el cual es Cristo con todas las riquezas de la vida divina (22:14).

(Lecciones básicas acerca de la vida, capítulo 3, por Witness Lee)