Visión que nos rige y nos regula según se halla en la Biblia, La, por Witness Lee

CONOCER LA CRUZ Y EL ESPÍRITU Y LA EDIFICACIÓN DE LA MORADA MUTUA DE DIOS Y EL HOMBRE

A fin de experimentar la muerte y la resurrección es preciso que conozcamos al Espíritu, quien es tan maravilloso. Él es el Espíritu consumado, el Espíritu compuesto de Dios y el hombre, con la persona de Cristo, la divinidad, la humanidad, la muerte, la resurrección, la eficacia de la muerte y el poder de la resurrección. Por lo tanto, este Espíritu es el Espíritu de Jesucristo, que tiene la abundante suministración (Fil. 1:19). Él es el Espíritu todo-inclusivo, el Espíritu vivificante y el Espíritu que mora en nosotros. Además, en Apocalipsis, debido a la desolación de la iglesia, Dios intensificó siete veces Su Espíritu; por lo tanto, el Espíritu es también el Espíritu siete veces intensificado. Únicamente este Espíritu es la “buena medicina” que puede sanar nuestra enfermedad.

Hoy en día el Dios Triuno, después de haber pasado por varios procesos, alcanzó Su consumación como el Espíritu. El Espíritu es el propio Dios Triuno, la suma total del Dios Triuno. Él se humilló a Sí mismo no sólo para entrar en nosotros, sino también para morar en nosotros, hacer Su hogar en nosotros y edificar en nosotros. Efesios 3:17 expresa el deseo de que Cristo haga Su hogar en nuestros corazones por medio de la fe a fin de que nosotros estemos arraigados y cimentados en amor. Además, en Juan 14 el Señor Jesús dijo: “El que me ama, Mi palabra guardará; y Mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él” (v. 23). La frase haremos moradacon él conlleva el pensamiento de edificación; esto es edificar a Dios en el hombre para que sea la morada del hombre, y edificar al hombre en Dios para que sea la morada de Dios. De este modo, Dios y el hombre llegan a tener una morada mutua.

Nadie en el cristianismo enseña nada de lo que hemos tenido comunión aquí. Incluso muy pocos entre nosotros entendían estas cosas hace tres o cinco años. Yo llevo hablando de estas cosas por treinta años. Gracias al Señor, hoy por Su misericordia me puedo alegrar al ver algunos resultados. Por un lado, el recobro del Señor se ha extendido a toda la tierra y se han levantado iglesias en muchísimos lugares. Por otro, indudablemente hay armonía en el recobro del Señor. Desde la época del hermano Nee, raras veces hemos visto a los colaboradores entre las iglesias avanzar juntos en armonía. Sin embargo, después de que regresé de Taiwán a los Estados Unidos en 1989, desde que empezamos el entrenamiento aquí en Anaheim hasta el día de hoy, puedo testificar que hemos tenido un grupo de colaboradores aquí que están verdaderamente en armonía. Esta armonía depende de que conozcamos la cruz y el Espíritu. Los colaboradores visitaron diferentes lugares como resultado de las invitaciones que les hicieron las iglesias y de ese modo han compenetrado a las iglesias como una sola iglesia. Éste es un fenómeno positivo. Ahora las iglesias en todo el mundo tienen el deseo de compenetrarse entre sí. No hay duda de que existe dicha tendencia a la compenetración en el recobro del Señor.

(Visión que nos rige y nos regula según se halla en la Biblia, La, capítulo 5, por Witness Lee)