Estudio-vida de Jeremías y Lamentaciones, por Witness Lee

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DIOS NO SE DESILUSIONA, Y SUS COMPASIONES NO FALLAN

Podríamos pensar que debido a nuestro fracaso, somos casos perdidos. Por ello, es de beneficio considerar Lamentaciones 3:22-25: “Por la benevolencia amorosa de Jehová no hemos sido consumidos, / pues no fallan Sus compasiones. / Nuevas son cada mañana; / grande es Tu fidelidad. / Mi porción es Jehová, dice mi alma; / por tanto, en Él espero. / Bueno es Jehová a los que en Él esperan, / al alma que le busca”. Estas palabras fueron escritas después que los babilonios destruyeron Jerusalén, incendiaron el templo y llevaron a muchos al cautiverio. Según algunos libros de historia, Lamentaciones fue escrito por Jeremías mientras él estaba sentado en una colina desde la que se contemplaban las ruinas de Jerusalén. Ciertamente el pueblo de Israel tiene que haber pensado que Dios los había abandonado y que les había llegado el fin. Por un lado, Jeremías estaba llorando; por otro, se puso a escribir. Al escribir él pudo afirmar que era por la benevolencia amorosa de Jehová que ellos no habían sido consumidos. Él pudo decir que ellos todavía estaban allí y que Dios no los había abandonado. Los príncipes, los profetas y los sacerdotes habían fallado; pero las compasiones de Dios no fallan jamás, más bien, son nuevas cada mañana. Jeremías incluso pudo declarar que Jehová era su porción y que esperaba en Él, pues Él es bueno a los que en Él esperan. ¿Por qué hay esperanza en Dios? Encontramos esperanza en Dios debido a que con Él no hay desilusión.

(Estudio-vida de Jeremías y Lamentaciones, capítulo 4, por Witness Lee)