EL HOMBRE SE VOLVIÓ INFIEL E IMPURO
Y ABANDONÓ A DIOS POR LOS ÍDOLOS
Dios tenía la intención de impartirse en el hombre como su satisfacción a fin de que Dios fuese agrandado, pero el hombre se volvió infiel e impuro y abandonó a Dios por los ídolos. El hombre comenzó a abandonar a Dios en el huerto del Edén. Eva, la esposa de Adán, no fue fiel a Dios, sino que se dejó seducir por la serpiente para volverse de Dios a Satanás, el cual está simbolizado por el árbol del conocimiento del bien y del mal. Por medio de Eva, Adán también fue seducido y comió del fruto del árbol del conocimiento. De este modo, el hombre se alejó de Dios para volverse a los ídolos. Cada una de las ramas del árbol del conocimiento constituye un ídolo. Todo cuanto poseemos, e incluso todo cuanto somos, puede ser un ídolo. Israel fue malvado e infiel a Dios al abandonar a Dios por los ídolos. En lo referido a ser infieles a Dios de este modo, todos somos iguales a Israel.
(Estudio-vida de JeremÃas y Lamentaciones, capítulo 4, por Witness Lee)