Práctica de las reuniones de grupo, La, por Witness Lee

LA COMUNIÓN EN LAS REUNIONES DE GRUPO

El propósito y meta de las reuniones de grupo es que los santos sean perfeccionados al enseñarse mutuamente, y la mejor manera de llevar a cabo tal enseñanza es hacer y contestar las preguntas apropiadas. Sin embargo, es mejor comenzar las reuniones de grupo con comunión, intercesión, cuidado mutuo y pastoreo; éstos constituyen el fundamento de las reuniones de grupo. Para edificar alguna cosa, primero se necesita echar el cimiento. Para poder enseñarnos unos a otros, primero necesitamos conocernos unos a otros. Cuando las personas se conocen, hay un sentimiento agradable entre ellas; sus corazones son abiertos y ablandados. Si se invita a alguien que no conozca a los hermanos y hermanas para que les hable, tal vez reciban lo que él diga, pero su palabra no será muy íntima ni muy eficaz. Los santos no se sentirán a gusto con el orador. Tal falta de intimidad estorbará el hablar mutuo y la comprensión mutua de la reunión. Así que, cada vez que nos reunamos para tener una reunión de grupo, debemos acogernos los unos a los otros y sentirnos en familia otra vez. Luego los santos estarán preparados para enseñarse mutuamente. Tendrán una actitud abierta, y no habrá incomodidad ni frustración con respecto al hablar mutuo y la comprensión mutua. Es por esto que se necesita tal fundamento en cada reunión de grupo.

En las reuniones de grupo, no debemos descuidar la comunión con respecto a la situación personal de los santos; sin embargo, tampoco debemos poner gran énfasis en tal comunión. Un énfasis exagerado en tal comunión dañará la reunión. Cuando venimos a las reuniones de grupo, debemos abrir nuestro ser y darnos a conocer los unos a los otros, pero al hacer eso existe el riesgo de ir al extremo. Si vamos demasiado lejos en nuestra comunión, traeremos soltura. Cuando abrimos nuestro ser, no debemos hacerlo sin restricción. Debemos aprender la manera correcta de abrir nuestro ser y al mismo tiempo no usar una gran parte de la reunión para este propósito. Puesto que no somos más que una de las muchas personas en la reunión, debemos controlarnos y sólo usar un tiempo breve para hablar de nosotros mismos.

(Práctica de las reuniones de grupo, La, capítulo 7, por Witness Lee)