Práctica de las reuniones de grupo, La, por Witness Lee

TENER CONTACTO CON LAS PERSONAS PARA PREDICAR EL EVANGELIO

El primer paso en la nueva manera del Señor es tener contacto con otros para llevarles el evangelio del reino, el cual es el evangelio de Cristo. A fin de tener contacto con la gente para predicarles el evangelio, no debemos simplemente quedarnos en casa para orar por ellos e invitarlos a venir a nosotros. Hemos aprendido que esto no es adecuado. Una manera de tener contacto con otros para el evangelio, la cual es eficaz y ahorra tiempo, es usar el teléfono. Esta manera ha sido usada mucho por la industria del comercio. Algunos santos han comenzado a llamar a la gente para hacer citas con ellos a fin de predicarles el evangelio. Esto es un mejoramiento en la manera de tener contacto con otros. Algunas personas tal vez no estén dispuestas a hacer una cita con nosotros, pero debido a las llamadas telefónicas tal vez vengan a la reunión que tenemos en la mañana del día del Señor. Cierta iglesia ha comenzado a mantener un libro de invitados para apuntar muchos detalles acerca de cada persona nueva que viene a las reuniones. Una vez que alguien nuevo asiste a la reunión, los santos le escriben una carta o lo visitan. No debemos contar con que los nuevos se pondrán en contacto con nosotros. Más bien, debemos ejercitarnos para tener contacto con ellos de muchas maneras.

Hay muchas maneras de visitar a la gente, y todavía debemos aprender más en cuanto a esto. Si queremos ganar a otros, debemos tener contacto con ellos. Si un negocio sólo recibe tres respuestas por cada cien folletos que manda, recuperará sus gastos. Asimismo, para nosotros sería provechoso y valioso si ganásemos al menos una de entre quinientas personas con quienes tenemos contacto. No esperamos un gran aumento. Sólo esperamos que cada miembro en el recobro del Señor gane una persona al año. Por medio de tal aumento, cada año duplicaremos nuestro número. Sin embargo, conforme a nuestro estudio de la historia de la iglesia, es difícil encontrar una iglesia que haya tenido siquiera un aumento anual del treinta por ciento.

(Práctica de las reuniones de grupo, La, capítulo 5, por Witness Lee)