Carácter, por Witness Lee

LA NECESIDAD DE TOMAR MEDIDAS CON RESPECTO A NUESTRO CARÁCTER

La obra o servicio de una persona está completamente relacionada con su carácter. Tal como sea su carácter, así será su manera de hacer las cosas y así será su obra. Muchas de las dificultades que tenemos como servidores provienen de nuestro carácter. Claro está, que algunos de nuestros problemas son espirituales y otros son emocionales. Sin embargo, la mayoría de los problemas son causados por nuestro carácter. Por lo tanto, mientras aprendemos a servir al Señor necesitamos, por una parte, mantener una comunión constante con Él y confiar en Su gracia; y por otra, necesitamos tomar medidas severas con respecto a nuestro carácter.

Cada uno de nosotros tiene la responsabilidad de tomar medidas con respecto a su propio carácter. Parece que no le es fácil al Espíritu Santo hacer esto por nosotros. Tampoco podemos decir que el Espíritu Santo no toca o interfiere con los asuntos de nuestro carácter, tales como la manera en que nos comportamos y hacemos las cosas, pero estaríamos muy equivocados si esperamos que el Espíritu Santo edifique un buen carácter por nosotros. El Espíritu Santo no hace mucho en esta área, y aún cuando lo hace, necesita de nuestra plena cooperación.

Algunos hermanos tienen problemas con su carácter. Nunca terminan cabalmente la tarea que se les ha puesto en sus manos. Después de todos sus esfuerzos, siempre queda un “rabo”. Éste es un problema de carácter. Algunos llaman a esto un problema de hábito, pero no creemos que ésa sea una descripción adecuada; más bien, preferimos llamarlo un problema de carácter.

(Carácter, capítulo 7, por Witness Lee)