LA PEREZA
Muchos en el servicio del Señor tienen un gran problema en su carácter: la pereza. Tengo varios puntos que abarcar respecto a este asunto. Esto no es una gran doctrina; pero sí tiene mucho que ver con nuestra utilidad al Señor. La primera característica de uno que sirve al Señor tiene que ser la diligencia. Una persona perezosa es inútil a Dios. ¿Acaso se puede encontrar un versículo en la Biblia que nos diga que Dios le habló a Moisés en la noche? Por el contrario, en varias ocasiones Dios llamó a Moisés temprano y le dijo que fuera en la mañana a cierto lugar para encontrarse con el Faraón. Queridos hermanos y hermanas, una persona perezosa nunca puede ser útil a Dios. La diligencia tiene que ser edificada en nuestra sangre.
No deseo encontrarles faltas, pero siento que tengo la responsabilidad delante del Señor para decirles esto: algunos de ustedes me dan la impresión de ser perezosos. Hay muchas pruebas de esto. Perdónenme por decirles que son perezosos. ¡Oh hermanos! ¡Oh hermanas! Permítanme la libertad de decirles esto y crean lo que digo. Una vez tuve su edad. Y también he pasado por lo que ahora están aprendiendo y procurando obtener con respecto al servicio del Señor. Tengo claridad debido a que los estoy observando desde afuera. Me doy cuenta de que no son perezosos intencionalmente, sino que son así porque no tienen el elemento de diligencia añadido a su carácter. Debido a su manera de vivir en el pasado, sus circunstancias y sus hábitos no los ayudaron a edificar diligencia en su carácter, por lo que ahora carecen de ella.
En este momento tengo que pedirles a todos ustedes, aun a los chinos, que me perdonen por lo que voy a decirles. Hoy en día nuestro país no es lo suficientemente fuerte, no es lo que debiera de ser. Estamos progresando lentamente en la política, la economía, la condición social y la educación. ¿Por qué es así? En lugar de criticar a los líderes del gobierno, tenemos que culpar a nuestro carácter nacional. Tenemos que entender que los chinos tienen un carácter pobre; somos irresponsables, frívolos y perezosos; nosotros le pasamos las responsabilidades a otros. Con este tipo de carácter, ¿cómo vamos a tener éxito en edificar una nación? Creo que nuestro país sería fuerte si todos los que tienen una educación promedio fueran diligentes.
Mi punto es éste, ya que nosotros los chinos hemos nacido en esa situación, cuando servimos a Dios, encontramos muchos problemas. Ya que hemos sido criados en tal ambiente, si internamente no somos revolucionados por completo y si traemos nuestro carácter nacional al servicio del Señor, nuestro servicio nunca tendrá éxito. Éste es un carácter inapropiado. Este asunto me entristece profundamente. En nuestra situación actual probablemente hagamos insignificante un trabajo grande y hagamos desaparecer un trabajo pequeño. Esto está totalmente relacionado con nuestro carácter.
(Carácter, capítulo 4, por Witness Lee)