Estudio-vida de Levítico, por Witness Lee

LA OFRENDA DE HARINA NO CONTIENE LEVADURA NI MIEL

La ofrenda de harina no debía contener levadura ni miel. La levadura representa el pecado y otras cosas negativas. En los Evangelios, el Señor Jesús habla de la levadura de los fariseos, de la levadura de los saduceos y de la levadura de Herodes (Mt. 16:6, 11-12; Lc. 12:1; Mr. 8:15).

La miel representa la vida humana natural; representa nuestra vida natural, no en su aspecto negativo, sino en su aspecto positivo. No debemos pensar que las personas siempre son malas, puesto que a veces son muy buenas. Pero esta bondad natural es miel. El odio es levadura, pero el amor natural es miel. Asimismo, la soberbia es levadura, pero la humildad natural es miel.

Al parecer, la miel es diferente de la levadura. Sin embargo, después de cierto tiempo, la miel puede fermentar, y esta fermentación redunda en levadura. Esto indica que aunque seamos buenos o malos, el resultado será el mismo. Ésta es la razón por la cual Génesis 2 habla del árbol del conocimiento del bien y del mal. Seamos buenos o malos, en ambos casos el resultado será levadura.

Usemos el divorcio como ejemplo de la fermentación de la miel. Cuando un matrimonio termina en divorcio, esto se debe por lo general a que cierta clase de miel —el amor natural— fermenta y redunda en levadura. Con este ejemplo vemos que el resultado del odio, que es levadura, y del amor natural, que es miel, es el mismo. Las cosas negativas son levadura, y los buenos aspectos de la vida natural, representados por la miel, terminan por fermentar y redundan en levadura.

La vida que Cristo llevó en la tierra fue una vida sin levadura y sin miel, y nosotros debemos llevar la misma clase de vida hoy en día. Debemos tener los cuatro elementos positivos —la flor de harina, el aceite, el olíbano y la sal—, pero no los dos elementos negativos: la levadura y la miel. Si ésta es nuestra situación, seremos una ofrenda de harina apropiada, una ofrenda compuesta de humanidad aceitada con divinidad en resurrección por medio de la muerte de Cristo, y sin levadura ni miel. Esta clase de vida es el alimento que satisface a Dios y que también nos nutre a nosotros, que servimos a Dios.

(Estudio-vida de Levítico, capítulo 15, por Witness Lee)