LABORAR EN CRISTO PARA OBTENER ALGO DE CRISTO
QUE PRESENTARLE A DIOS
Al venir a la Tienda de Reunión, no debemos venir con las manos vacías, sino que debemos traer algo de Cristo. Levítico 1:2 dice: “Cuando alguno de entre vosotros presenta una ofrenda a Jehová, del ganado presentaréis vuestra ofrenda, ya sea del ganado vacuno u ovejuno”. Noten las palabras presenta y presentaréis. Aquí la palabra hebrea traducida “presenta” significa “acercar, traer algo a la presencia de alguien”; además, esta palabra implica traer, ofrecer.
Supongamos que un israelita que ha heredado una porción de la buena tierra es una persona indisciplinada y perezosa, que no labra la tierra, ni siembra semilla en ella ni la riega. Cuando llegue el tiempo de la cosecha, esa persona no tendrá nada que segar. Como resultado, no tendría nada que llevar a la fiesta; él se presentaría con las manos vacías. Al igual que las vírgenes insensatas de Mateo 25, las cuales quisieron que las vírgenes prudentes les prestaran de su aceite, este israelita perezoso procuraría pedir algo prestado o comprar algo de otros para ofrecerlo a Dios.
Hoy en día muchos santos son así. Son indisciplinados y perezosos y no laboran sobre Cristo, en Cristo, con Cristo y para Cristo. Sin embargo, Pablo era diferente. Él declaró que trabajaba, luchaba (Col. 1:28-29), laboraba (1 Co. 15:10), y aun combatía por causa de Cristo. Pablo era una persona muy activa; él trabajó más que todos los demás apóstoles, pero no él, sino la gracia de Dios que estaba con él. Al igual que Pablo, debemos laborar en Cristo a fin de obtener algo de Cristo que presentarle a Dios.
Por supuesto, en nosotros mismos y por nosotros mismos no somos nada ni podemos hacer nada. Ciertamente tenemos que depender de la lluvia del cielo. Supongamos que los cielos enviaran lluvia, pero que nosotros no laboráramos. ¿Qué sucedería? No segaríamos nada de Cristo y, por ende, no tendríamos nada de Cristo que presentarle a Dios. Debemos laborar en Cristo para poder presentarle algo de Cristo a Dios. Esto no guarda relación con la doctrina de Cristo como holocausto, sino con la experiencia de presentarle Cristo a Dios.
La palabra hebrea traducida “presenta” en Levítico 1:2 es la palabra corbán, que significa “una dádiva o un regalo”. Lo que traemos a la presencia de Dios se convierte en una dádiva, un regalo. Si quisiéramos traerle una dádiva a Dios, tendríamos que laborar en Cristo y trabajar, luchar y combatir por Cristo. Laborar en Cristo, nuestra buena tierra, significa labrar la tierra, sembrar la semilla, regar la semilla y, finalmente, recoger la cosecha. Esto equivale a trabajar o laborar diligentemente como labrador. En 2 Timoteo 2:6 se nos indica que somos labradores, la gente más diligente y trabajadora. Como labradores que somos, debemos laborar en Cristo. Si laboramos en Cristo, tendremos algo de Cristo como holocausto que presentarle a Dios.
(Estudio-vida de Levítico, capítulo 4, por Witness Lee)