IX. LA RESPUESTA DEL REY (2:2)
El versículo 2 dice: “Como el lirio entre los espinos, así es mi amiga entre las doncellas”. El Rey dice que la amiga es en verdad un lirio, no en contraste con los valles, sino en contraste con los espinos. Esto significa que la doncella es un lirio, mientras que las demás son sólo espinos.
Según la Biblia, los espinos representan dos cosas. En primer lugar, se refieren a la vida natural del hombre después de la caída de Adán. Decimos esto basándonos en Génesis 3:18. Allí los espinos crecen solos y no se producen como resultado de la siembra. Otra base para decir esto es Exodo 3, el capítulo donde se menciona la zarza. El fuego ardía y aun así la zarza no se consumía. El fuego y la luz no surgían de la zarza sino de Dios. Dios usó la zarza pero no le causó ningún daño. Esto daba a entender que Dios usaría a Moisés para disciplinar a los israelitas y los gentiles de acuerdo consigo mismo y no según la vida natural del hombre. Un testimonio verdadero no tiene como base las obras del hombre sino las de Dios. Dios no usó nada que proviniera de Moisés; solamente usó lo que procedía de El mismo. En segundo lugar, los espinos representan lo que brota de la esfera natural, lo que resulta del pecado y del yo natural. Esto es tipificado en Mateo 13:7. Los espinos de Hebreos 6:8 representan el fruto de la voluntad del hombre, cuyo destino es ser quemado.
La palabra “doncellas” es plural. Ellas no son las hijas de Jerusalén. El Señor considera lirios a quienes van en pos de El, mas no a los que nacen de pecado. El Señor declara que se diferencian de quienes viven en pecado. Ellas, a pesar de estar rodeadas de vidas pecaminosas y de una vida natural, son diferentes. Son las que tienen fe (los lirios). Al mismo tiempo, con esto sugiere que éstos son los sufrimientos que una persona que busca soporta en medio de las circunstancias naturales y de un vivir pecaminoso.
(Cantar de los cantares, El, capítulo 2, por Watchman Nee)