NO ES LA RELIGIÓN, SINO EL CRISTO VIVIENTE
Puesto que nadie habla acerca de esto, la mayoría de los cristianos actuales consideran la Biblia, la revelación divina, como un libro religioso clásico. Ellos consideran las verdades cristianas como una religión que le enseña a la gente conforme a un conjunto de creencias. Debido a que conocen algo de Dios y reverencian a Dios, ellos le adoran, y ya que adoran a Dios, ellos le enseñan a la gente según a la Persona a quien adoran. Tal vez ellos digan: “Como una esposa que teme a Dios, usted debe comportarse apropiadamente sometiéndose a su esposo de modo que usted glorifique a Dios; o, como un esposo que adora a Dios, usted también debe amar a su esposa con toda ternura para que usted pueda glorificar a Dios”. No podemos decir que esta clase de enseñanza no es bíblica. Sin embargo, tenemos que darnos cuenta de que esta clase de enseñanza moral y ética es una religión, en la cual se le enseña a la gente a comportarse según Aquel a quien adoran. Hablando estrictamente, esto viola el principio espiritual de Dios. Y, ¿cuál es el principio espiritual de Dios? Pablo dijo en Gálatas 2:20: “Con Cristo estoy juntamente crucificado”, esto es, sólo cuando yo he sido terminado, Cristo se puede propagar a Sí mismo en mí. Recuerden que Pablo habló estas palabras a un grupo de cristianos que habían estado bajo el judaísmo. Este grupo de religiosos que tenían fervor por el judaísmo, por un lado, recibieron al Señor Jesús, por el otro lado, trajeron las prácticas de la observancia de la ley a los cristianos, de modo que llegaron a ser personas con dos religiones. Ellos eran personas que, por un lado, eran cristianas, y por el otro lado eran judaizantes. Pablo originalmente era un judaizante, pero cuando el Señor lo encontró en el camino a Damasco, él se convirtió por completo de la religión judía a Cristo, no al cristianismo. Por esto, él declaró con denuedo que había muerto a la ley. ¿Cómo murió? Él no murió cometiendo suicidio. Más bien, él fue llevado a la cruz por Cristo para morir con Él en Su crucifixión. “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí” (v. 20). ¿Quién es este Cristo que vive en nosotros? Él es el Espíritu que fue soplado en los discípulos en Juan 20. Este Espíritu era el Cristo quien vivía en Pablo. Esto no es cristianismo, sino Cristo. Esto no es una religión, sino el Cristo viviente. Esto no es enseñar conforme a un conjunto de creencias, sino más bien, esto es pasar por la muerte de la cruz y permitirle a Cristo que se multiplique y aumente en nosotros.
Puesto que para nosotros el vivir es Cristo, nuestro amor es mucho más trascendente que el amor de un esposo que ama a su esposa por sí mismo. Porque para nosotros el vivir es Cristo, nuestra sujeción es mucho más espontánea que la sujeción de una esposa que se somete a su esposo a regañadientes. Ya que nuestra sujeción no es solamente una sujeción humana, sino una sujeción que es expresada en nuestro vivir por el Espíritu Santo y Cristo que está en nosotros, es trascendente y espontánea. ¡Aleluya, esto es la multiplicación y el aumento de Cristo!
Si como esposa, usted se rige por doctrinas religiosas tratando con cuidado y temor de ser una buena esposa y todos los días se somete a su marido, o si usted como esposo se restringe a sí mismo con temor y temblor para ser un buen esposo, ésa no es la multiplicación de Cristo ni es Su aumento. A lo más, Cristo le ha ganado como un discípulo o aprendiz a quien Él puede enseñar a seguirle. Él no ha entrado en usted para hacerle Su multiplicación y Su aumento. Aunque usted ama a su esposa a lo sumo, usted no puede decir: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo”. Por el contrario, usted se puede jactar diciendo: “Soy yo el que vivo”. Usted no puede decir: “Ya no vivo yo”; más bien, usted pudiera decir: “Mucho más soy yo”. Sin embargo, si usted dice: “Mucho más soy yo”, sería una vergüenza. En la economía de Dios, a Él no le interesa que usted sea esto o aquello. A Él sólo le interesa la multiplicación y el aumento de Cristo.
Hermanos y hermanas, si la verdad que predicamos difiere de lo que se predica en el cristianismo, la diferencia estriba en la multiplicación y aumento de Cristo. Qué lástima que en la actualidad en muchos lugares no se escucha tales enseñanzas con respecto a la multiplicación y al aumento de Cristo. También es una lástima que no puedan encontrar tales textos en los seminarios bíblicos. No obstante, guardamos la esperanza de que las verdades que hemos visto en estos años se esparzan entre los cristianos en poco tiempo. Hasta el momento, hemos laborado por once años para tener dos entrenamientos cada año, uno en el verano y otro en el invierno, para estudiar específicamente los libros del Nuevo Testamento. Ya hemos terminado veintiséis de los veintisiete libros. Recientemente, publicamos la exposición de las catorce epístolas de Pablo en nueve tomos de los Estudios-vida. Esperamos que estas verdades se puedan esparcir por todo el mundo. Ya hemos empezado a hacer esto en los EE. UU., donde ya hay varias docenas de iglesias. Exhortamos a cada iglesia a que contacte su biblioteca local, especialmente las bibliotecas de los seminarios bíblicos y les donen un juego. Por lo menos ya se han donado algunas docenas de juegos. Esas bibliotecas generalmente reciben amablemente estos Estudios-vida. Hacemos esto con la esperanza de que estas verdades se esparzan por todo lugar y lleguen a todo lugar a fin de que todos puedan ser bendecidos.
(
Lo ilimitado y todo-inclusivo que es Cristo, capítulo 3, por Witness Lee)