Autobiografía de una persona que vive en el espíritu, La, por Witness Lee

UN ESPIRITU HUMILDE

El espíritu de Pablo era osado y a la vez humilde. Es peligroso tener un espíritu osado pero desprovisto de humildad, ya que nuestra osadía puede matar a todos los hermanos. Así que, la humildad debe equilibrar nuestra valentía. Por una parte, debemos ser osados y valientes; pero por otra, debemos ser humildes. Lamentablemente, cuando somos osados, no sabemos lo que significa la humildad, y cuando somos humildes, no sabemos ser valientes. Somos como la torta no volteada que se menciona en Oseas 7:8. La humildad y la osadía son dos características de espíritu muy necesarias para la vida de iglesia.

A veces las hermanas son más perspicaces que los hermanos para detectar problemas. Ellas poseen la habilidad de ver lo que está mal y lo que no es adecuado, pero muchas veces no poseen la suficiente osadía como para decir algo. Se dan cuenta de un problema pero casi nunca se atreven a expresarlo a los hermanos, y dan la excusa de que son los vasos más frágiles (1 P. 3:7). Es deseable ser humilde, pero hay momentos en que las hermanas también deben ejercitar un espíritu osado. Recuerdo a una hermana colaboradora que en cierta ocasión vio algunos errores que los hermanos habían pasado por alto. Ella valientemente vino a nosotros y con lágrimas en sus ojos nos dijo: “Hermanos, necesito tener comunión con ustedes porque he visto que estamos equivocados en cierto respecto. Aunque soy una hermana y estoy bajo cobertura, debo expresar esto”. Muchas veces la comunión que ella nos traía era una salvación de parte del Señor para nosotros. Esto muestra que debemos tener un espíritu osado pero humilde, así como también un espíritu humilde pero osado.

(Autobiografía de una persona que vive en el espíritu, La, capítulo 9, por Witness Lee)