DEBEMOS PREOCUPARNOS
POR LOS HERMANOS Y HERMANAS
QUE SIRVEN DE TIEMPO COMPLETO
Me preocupan los doscientos servidores de tiempo completo o más que están aquí. Me preocupa mucho este asunto porque lo considero muy importante. Ustedes se han graduado de la universidad; son jóvenes y tienen un gran futuro por delante, sin embargo, lo han abandonado todo para confiar en el Señor y aprender a servirle. Esto es sumamente valioso nada más teniendo un solo servidor de tiempo completo; cuanto más teniendo doscientos. Dado que son doscientos de ustedes, deseo en mi corazón hacer tantas cosas, pero mis fuerzas son muy limitadas y no me lo permiten. Me gustaría estar todo el tiempo con ustedes por diez años y no hacer nada más que estudiar la Biblia. Creo que esto haría mi corazón contento, y quedaría muy satisfecho. Quisiera tener doscientos discípulos que estudien conmigo por diez años. Esto sería algo tremendo.
Sin embargo, después de sopesar la situación, siento que no puedo abandonar esta obra. En estos días me ha tenido muy inquieto un asunto, aun en la noche mientras duermo. ¿Qué asunto? En abril de 1971 estuve de visita en Australia. En ese tiempo no había iglesias en Australia, pese a que había varias iglesias en Nueva Zelanda. Desde mi última visita ya han pasado catorce años y medio y ya hay doce iglesias que se han levantado en Australia. Hace poco recibí una carta de Australia que decía: “Ahora es el mejor momento para que usted venga”. Por esta razón, siento una gran inquietud en mi corazón. Aunque sólo iría a Australia por una semana, el hecho de que vaya o no vaya puede tener mucho que ver con lo que suceda aquí. Si he de poder apartar una semana para ir allí, ello dependerá de la obra aquí. En verdad quisiera quedarme aquí y hacer algo con todos ustedes, doscientos servidores de tiempo completo. También espero que el número de hermanos y hermanas que sirven de tiempo completo aumente a quinientos. Cada año podrían ser producidos quinientos hermanos y hermanas aquí en la isla de Taiwán. Así que, por causa de la necesidad que tengo de ir a Australia, tendré que laborar más.
En los mensajes anteriores les hablé acerca de la manera de conocer la Palabra de Dios. Ustedes deben tener más comunión acerca de los puntos que les presenté en esos mensajes. Todos son principios básicos. Después de eso, les hablé de los cinco problemas teológicos más cruciales que han sido ignorados o entendidos erróneamente a lo largo de la historia. En el mensaje pasado les hablé de dos de estos problemas cruciales: la economía de Dios y la impartición de Dios. No creo que ustedes hayan comprendido cabalmente el mensaje anterior. Sin embargo, espero que después de que acabe esta semana, los jóvenes, especialmente los hermanos y hermanas que son servidores de tiempo completo, hagan el esfuerzo de estudiar estos dos problemas cruciales. Cuando estudien, deben buscar en nuestra Librería Evangélica todos los libros que estén relacionados con la economía de Dios y la impartición de Dios. Estudien juntos para profundizar en estas dos verdades que son tan básicas.
En este mensaje les hablaré de tres temas más. El primer tema es la Trinidad Divina, es decir, el Dios Triuno. El segundo tema es el Dios-hombre Jesús. Este tema está relacionado con la Persona de Cristo, con lo que la teología llama cristología. El tercer tema es la mezcla de Dios con el hombre.
Desde que los apóstoles partieron a la presencia del Señor y desde el segundo siglo, lo relacionado con el Dios Triuno y la persona de Cristo ha sido el objeto de muchos debates. Estos debates han continuado hasta el día de hoy. Aunque estos debates contienen muchos errores, algunos de los que han participado en dichos debates son eruditos, personas que tenían un entendimiento muy profundo. Podemos decir que hoy en día nosotros hemos heredado lo que ellos vieron y estamos apoyados sobre sus hombros. Sin embargo, el Señor ha tenido mucha misericordia de nosotros y nos ha iluminado en estos años. Por un lado, hemos heredado algo de ellos, y por otro, hemos sido aún más iluminados. Lo que les he dado a ustedes en el bosquejo de este mensaje es el producto de lo que hemos heredado y también de lo que nosotros mismos hemos visto. Es muy sencillo y a la vez muy preciso. Ustedes todavía son jóvenes y no deben involucrarse en estos debates porque una vez que lo hagan se encontrarán en un laberinto del cual no podrán salir. Yo he experimentado esto. Por eso, basándome en lo que otros vieron a través de los debates del pasado, y conforme a la luz que hemos recibido, puse por escrito los puntos cruciales en el bosquejo.
(
Pleno conocimiento de la Palabra de Dios, El, capítulo 5, por Witness Lee)