Pleno conocimiento de la Palabra de Dios, El, por Witness Lee

LA MANERA DE ENTENDER LA PALABRA DE DIOS

Entender la Palabra de Dios literalmente

Cuando leemos la Biblia, la primera forma en que debemos entender la Palabra de Dios es entenderla literalmente. Debemos entender todo lo que la Biblia dice y no apartarnos del pensamiento principal. Cuando leemos la Biblia, no debemos interpretar arbitrariamente el pasaje que no entendemos, desviándonos de esta manera del significado de la Palabra. Muchas personas estudian la Biblia y espiritualizan su interpretación. Por ejemplo, Juan 3:5 dice: “El que no nace de agua y del Espíritu...”. Hay un grupo de personas que consideran que el “agua” mencionada aquí es difícil de interpretar, así que toman esto como una señal o un símbolo, y suponen que el agua se refiere a la Palabra de Dios. Basándose en Efesios 5:26, el cual habla “del agua en la palabra”, ellos afirman que para nacer de nuevo uno primero debe escuchar la palabra de Dios. Cuando la palabra de Dios viene a nosotros, también viene el Espíritu. Por consiguiente, ellos dicen que nacer de agua y del Espíritu es nacer del Espíritu por medio de la palabra. Aunque esta manera de espiritualizar las cosas para interpretar la Biblia no es mala y parece concordar con la Biblia, tiene sus problemas. Si esta interpretación de Juan 3:5 fuera correcta, ¿por qué el Señor Jesús no le dijo a Nicodemo claramente desde el comienzo que un hombre debía nacer de la palabra, y en vez de ello le dijo que un hombre debía nacer de agua? Si nos hacemos esta pregunta, nos daremos cuenta de que es inaceptable interpretar “agua” como “la palabra” aquí. Por lo tanto, vemos que necesitamos hacer lo posible por entender la Biblia literalmente.

Sin embargo, no es sencillo entender la Palabra de Dios literalmente, puesto que esto también tiene sus problemas. Por ejemplo, hay un grupo de personas en los Estados Unidos que al interpretar el nuevo nacimiento mencionado en Juan 3 dicen que una persona debe nacer dos veces, la primera vez del vientre de su madre y la segunda vez del Espíritu. Es por ello que el Señor Jesús habló de estas dos cosas, el agua y el Espíritu. Según su interpretación, el agua se refiere al líquido que baña al feto en el vientre de la madre. Así que, un hombre primero debe nacer del líquido que está en el vientre de su madre, y luego, nacer del Espíritu. Mediante estos dos nacimientos, él nace de nuevo. Esta clase de “interpretación literal” es muy pobre y deficiente.

Primeramente, debemos saber con quién el Señor hablaba en Juan 3. Él hablaba con Nicodemo. Juan 3:1 dice claramente que Nicodemo era un fariseo. Cuando Juan el Bautista vino a predicar y a bautizar a las personas en agua, les dijo a los fariseos: “Yo os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí [...] os bautizará en el Espíritu Santo” (Mt. 3:11). Así que, Juan ya había mencionado el agua y el Espíritu juntos. Por consiguiente, Nicodemo debe haber entendido las palabras del Señor Jesús. Fue por eso que el Señor Jesús le habló de manera directa. Esto no es interpretar la Palabra literalmente de forma natural, sino interpretarla conforme a su significado correcto según el contexto.

Mientras Juan el Bautista sumergía a las personas arrepentidas en agua, el viejo hombre de ellos era sepultado y eliminado. El Señor Jesús después de esto les daba vida con el Espíritu. La función del agua es sepultar a las personas, mientras que la función del Espíritu es resucitarlas. Cuando juntamos estas dos cosas, tenemos la muerte y la resurrección. Eso es lo que significa nacer de nuevo. Uso este ejemplo para mostrarles la manera correcta de interpretar la Biblia. En el siguiente mensaje les hablaré sobre los dos criterios necesarios para interpretar la Biblia de esta manera. El primer criterio es interpretar la Biblia con las palabras de la Biblia, y el segundo es interpretarla conforme al contexto. Los que interpretan el agua en Juan 3:5 como el líquido que está en el vientre de la madre, hacen esto porque no han estudiado la Biblia de manera completa y minuciosa, ni han prestado atención al contexto. Ellos simplemente interpretan la Palabra según su entendimiento natural, por lo que cometen un grave error.

Aprovecho esta oportunidad para darles estos principios básicos, especialmente por el bien de los hermanos y hermanas jóvenes, quienes todavía tienen un largo futuro en esta tierra. Ustedes necesitan laborar en la Palabra del Señor. Esta Biblia ha estado en manos de los cristianos por casi dos mil años. Miles y miles de eruditos han estudiado este libro, pero la mayoría de ellos la han interpretado a su manera. Si queremos conocer la Biblia, lo primero que debemos hacer es entenderla literalmente y luego prestar atención al contexto.

(Pleno conocimiento de la Palabra de Dios, El, capítulo 2, por Witness Lee)