LA INFLUENCIA DEL GRUPO
DE LOS DE LA VIDA INTERIOR
Cien años después de la Reforma con Lutero, el protestantismo cayó en muerte, así como dice en la epístola que dirigió el Señor Jesús a la iglesia en Sardis: “Tienes nombre de que vives, y estás muerto” (Ap. 3:1). En esa época un grupo de personas que estaban en la Iglesia Católica, quienes amaban al Señor, empezaron a procurar la vida interior. En la historia de la iglesia a ellos se les conoce como los místicos. Los que llevaban la delantera entre ellos eran Fénelon, Thomas Campbell, Madame de Guyón, quien era la más influyente, y el hermano Lawrence, un cocinero del ejército. El conocimiento que ellos tenían de la vida interior era tan profundo que el común de la gente no podía practicar sus escritos. Después de cierto tiempo, un hermano llamado William Law, quien era un erudito de Inglaterra, editó los libros de los místicos. Esto permitió que muchas personas se beneficiaran de ellos. Después de esto, Andrew Murray desarrolló aún más los escritos de los místicos usando palabras claras para sacar a luz la verdad profunda. Su libro The Spirit of Christ [El Espíritu de Cristo] fue su obra maestra. Hace cincuenta años el hermano Nee y yo tuvimos una conversación en la cual él mencionó este libro y me dijo que estaba dispuesto a pagarle los costos de publicación a quienquiera que se hiciera cargo de su traducción.
En este libro, The Spirit of Christ, el capítulo 5 es el más valioso. En este capítulo, el cual habla del Espíritu del Jesús glorificado, Andrew Murray señaló que hoy en día el Espíritu Santo es diferente del Espíritu de Dios en el Antiguo Testamento. El Espíritu de Dios en el Antiguo Testamento solamente poseía el elemento de Dios, mas no el elemento humano. Pero en el Nuevo Testamento, en el Espíritu del Jesús glorificado también se halla el espíritu del hombre, el elemento del hombre. Este capítulo abrió mis ojos y empecé a ver que hoy en día el Espíritu en el Nuevo Testamento es un Espíritu compuesto. En el Antiguo Testamento el Espíritu Santo era solamente el Espíritu de Dios, y poseía únicamente el elemento divino. En el Nuevo Testamento el Espíritu es llamado el Espíritu de Jesucristo (Fil. 1:19). No sólo es llamado el Espíritu de Dios (Ro. 8:9), sino también el Espíritu de Jesús (Hch. 16:7) y el Espíritu de Cristo (Ro. 8:9); por ende, también se le llama el Espíritu de Jesucristo. Es por esta razón que Él es el suministro todo-inclusivo.
Más tarde, también recibí ayuda de los Hermanos para entender que el aceite de la santa unción de Éxodo 30 no era simplemente aceite, sino un ungüento. En este ungüento había cinco elementos. El aceite de oliva se mezclaba con cuatro especias diferentes para formar un ungüento compuesto. Después que se mezclaban estos elementos, la constitución del ungüento ya no era la misma. Basado en lo que los Hermanos vieron y en lo que Andrew Murray vio, yo estudié los elementos y descubrí que las cuatro especias ciertamente representan el vivir humano, la muerte, la resurrección y la ascensión del Señor. Con base en esto, pude afirmar con toda confianza que el Espíritu de Dios llegó a ser el Espíritu de Jesucristo, y que este Espíritu es un Espíritu compuesto. Este ejemplo nos permite ver cuánto nos ayudó la enseñanza de los de la vida interior y también la enseñanza de los Hermanos.
Después de Andrew Murray tenemos a Jessie Penn-Lewis. Ella también pertenecía al grupo de los de la vida interior. Muchas partes del libro El hombre espiritual, escrito por el hermano Nee, son traducciones de sus libros. Después de Jessie Penn-Lewis vino T. Austin-Sparks. Él también puede ser considerado como parte del grupo de los de la vida interior. Todas las personas que acabamos de mencionar pueden ser consideradas como eruditos de la Biblia. Además de ellos, en la década de 1860 hubo una pareja en Inglaterra de apellido Smith. La señora Smith escribió un libro llamado The Christian’s Secret of a Happy Life [El secreto cristiano para una vida feliz]. Esta pareja empezó una conferencia en Keswick, la cual rápidamente se convirtió en la mejor de las conferencias cristianas celebradas en Inglaterra. Muchos de los oradores en esta conferencia eran eruditos de la Biblia.
(
Pleno conocimiento de la Palabra de Dios, El, capítulo 4, por Witness Lee)