Pleno conocimiento de la Palabra de Dios, El, por Witness Lee

PODEMOS ENTENDER LA VERDAD Y TAMBIÉN PODEMOS EXPRESARLA CON PALABRAS

Cuando los hermanos y hermanas se ponen de pie para compartir en las reuniones, por medio de su hablar podemos discernir la medida de la verdad que poseen. Asimismo, por medio de su hablar a menudo podemos darnos cuenta de su nivel educativo. Por ejemplo, en este momento yo aún puedo reconocer a algunos hermanos y hermanas que se reunían con nosotros en 1949. No obstante, temo que si les pidieran dar un mensaje de diez minutos sobre la justificación de Dios, no podrían hacerlo. Todos pueden ponerse en pie y dar un testimonio, pero cuando les pedimos a muchos de los santos presentar la verdad, no son capaces de hacerlo. Es por esta razón que debemos cambiar el sistema.

En los Estados Unidos les dije a algunas personas que desde 1962 hasta el día de hoy, un periodo de casi veintitrés años, sus hijos ya se habían graduado de la universidad, pero que ellos mismos, los padres, no podían dar ni siquiera un mensaje. En términos espirituales, ellos ni siquiera se habían graduado de la escuela primaria. Es en esto que hemos fracasado. Hermanos y hermanas, aquí en Taiwán también hemos estado reuniéndonos por más de treinta años. ¿Cuántos de ustedes podrían ponerse en pie para dar un mensaje conciso, claro, sencillo, comprensible y completo por cinco o diez minutos? Dudo mucho que pueda encontrar siquiera a uno.

Si no podemos hablar con palabras espirituales, ¿cómo podremos salir a suministrar vida, divulgar las verdades y predicar el evangelio? Lo único que podremos hacer es decirles a las personas: “Es muy bueno que usted crea en Jesús. Si usted cree, tendrá gozo y paz; es por eso que necesita creer”. Luego, si consideramos que necesitamos seguir mostrándoles los beneficios de creer, les diremos: “Venga y vea por usted mismo. Venga y escuche, y entonces sabrá. Únicamente usted puede conocer estas cosas por experiencia; yo no puedo explicarle con palabras lo bueno que es esto”. Si esto no puede ser expresado con palabras, entonces, ¿cómo podré yo hablarles al respecto, y cómo fue que ustedes escucharon de ello? La única razón por la cual usted no puede expresarlo con palabras es que no aprendió a hacerlo.

Muchos hermanos y hermanas en los Estados Unidos fueron motivados por el Señor y empezaron a formar equipos de evangelio. Dos o tres equipos empezaron a salir a predicar el evangelio en muchas universidades de muchos estados. Antes de que salieran yo les dije que aunque los Estados Unidos son un país de un nivel educativo elevado, el evangelio que ha sido predicado allí sigue siendo muy básico. Éste les habla a las personas acerca de ir al cielo o al infierno, o acerca de paz y gozo. Sin embargo, la verdad contenida en la Biblia es muy elevada. Les dije que, debido a esto, ellos debían salir a predicar el evangelio elevado, el evangelio que las personas no pueden evitar recibir. Sin embargo, la pregunta que siempre se hacían era: “¿Cree usted que las personas entenderán estas cosas que hablamos?”. En respuesta les dije: “No digan que las personas no pueden entender. El problema no es que ellas no entiendan, sino que ustedes no saben cómo hablarles. Si saben presentárselas, entenderán”. Estas palabras los alentaron mucho. Así que, ellos formaron equipos de evangelio y predicaron al Dios Triuno —el Padre, el Hijo y el Espíritu— como evangelio. El resultado fue maravilloso. Cuando regresaron dieron un informe en el cual todos dijeron muy entusiasmadamente: “¡Es maravilloso! Los estudiantes de las universidades se mostraron muy receptivos a este tema. Ellos, uno a uno, fueron salvos debido a este tema”. ¿Cómo pueden explicar esto? Por consiguiente, tenemos que cambiar nuestros conceptos.

(Pleno conocimiento de la Palabra de Dios, El, capítulo 1, por Witness Lee)